- Prisa ha publicado sus resultados de los preros nueve meses con un creciento del 96% en sus beneficios. No obstante, no han hablado de la debilidad financiera de sus periódicos. El País sigue en beneficios, pero con una caída drástica si se comparan con años anteriores.
‘El País es una máquina de hacer dinero’. La frase no es nuestra, es de los gestores y del diario de Prisa y de los propios redactores, orgullosos de pertenecer a uno de los diarios más rentables de europa. Y no les faltaba razón. En sus tiempos de bonanza El País llegó a ingresar 452 millones de euros (2005), con un EBITDA de 144 millones y unos beneficios netos de 96 millones de euros.
Hoy sin embargo, la situación es muy distinta. Las cifras de los preros nueve meses del año –de las que Prisa saca pecho indican que El País ingresó hasta septiembre unos 198 millones de euros –menos de la mitad de lo registrado hace cinco años con un EBITDA de 19 millones de euros y un beneficio neto de ocho millones. Son datos de los preros nueve meses, que probablemente mejoren antes de que cierre el curso, pero que sin embargo demuestra una debilidad que sigue latente en relación a los datos de 2009 a esta misma fecha.
En este sentido, la caída de los ingresos de explotación fue del 3,5% y del EBITDA del 16,3%, un dato que se antoja preocupante considerando además que sigue sin levantar cabeza la publicidad que en doce meses ha caído un 2,3%. Si se compara este últo dato con los otros diarios del grupo, vemos que El País es el único que sigue reduciendo su cifra de ingresos publicitarios, ya que AC ha ganando un 66,6% (el efecto del mundial) y Cinco Días un 5,4%.
Con todo, si se comparan los datos de 2005 con los de 2010, vemos que las diferencias son abismales: 254 millones menos de ingresos, 125 menos de EBITDA y 88 menos en el caso de los beneficios netos. El problema es que en el sector no se ve la luz ningún sitio, ya que la venta de ejemplares sigue cayendo y mucho que se suba el precio del ejemplar, esta reducción no se está compensando; las promociones ya no carburan; la publicidad sigue sin remontar y es difícil seguir recortando costes fijos y plantilla. Peligroso cóctel.
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