La revista de información general Tiempo de Hoy celebra este mes su 25 aniversario. Para acercarnos a la publicación, PRNoticias ha conversado con su director Jesús Maraña. El periodista no sólo ha realizado un balance en estas ‘bodas de plata’ de la revista de Zeta, sino que además ha abordado con nosotros temas tan candentes como el Caso Malaya, la crisis de las publicaciones en papel y el gran papel que los semanarios han cumplido a lo largo de la historia.
¿Cómo definiría la situación actual de las revistas de información general?
En mi opinión, la situación es bastante buena. Creo que los que vaticinaban el final del papel se equivocaron, al igual que los que decían que la novela también desaparecería.
Intet, ¿enemigo o complemento?
Intet supone una grandísa otunidad de llegar a nuevos lectores. El sector de los semanarios es un sector serio, con marcas maduras como Tiempo. Con Intet, tenemos la otunidad de llegar a las nuevas generaciones que consideran que la información es gratis, acercándoles contenidos, despertando su interés otros temas.
¿Crees que la prensa gratuita se ha convertido en el mayor enemigo para las revistas?
Todo compite. El mayor riesgo de la prensa gratuita no es tanto para el papel, como para el periodismo. Cuando la gente cree que la información es gratis, se infravalora la información. Lo que está claro es que el periodismo puro es el de investigación y, si no es de investigación, no es periodismo, es otra cosa: comunicación, gabinetes de intoxicación… Lo que es el periodismo tiene un coste, una inversión y equipos profesionales capacitados, y, desde luego, necesita tiempo. La prensa gratuita pone en riesgo al periodismo, que lo infravalora. A los poderes nunca les ha interesado el buen periodismo. Si las empresas que se dedican a la comunicación piensan sólo en la rentabilidad a corto plazo, tampoco les va a interesar el periodismo de calidad. Y al final el que sale perjudicado es el lector.
Hablando de los intereses de los que están en el poder, ¿el periodismo es un camino más, el que conseguir sus objetivos?
A los poderes políticos y económicos no les interesa el periodismo puro, sólo el periodismo en cuanto a lo que ellos puedan influir en lo que se transmita. Ahora, con los nuevos medios y con las vías de comunicación gratuitas el periodismo tiene menor coste, sobre todo que da más rentabilidad el hecho de no dedicar a tres profesionales durante un mes a una misma historia a cambio de dedicamos a hacer el periodismo declarativo, que es uno de los mayores cánceres del periodismo actual. El hecho de que nadie se moleste en comprobar si lo que una persona ha dicho es verdad o no está provocando una información contaminada. Cada vez interesa menos invertir en periodismo, tal y como yo lo concibo.
En cuanto a la competencia, ¿qué ofrecen las revistas que no ofrecen otros medios?
Estamos en un momento en el que las diferencias se perciben claramente. Lo que más espacio tanto de papel como de pantalla ocupa es la ‘declaracionitis’. El semanario es un producto muy complicado de hacer, que es muy difícil atar cosas nuevas una vez a la semana y que los demás medios no la hayan abordado.
Están a punto de cumplir los 25 años, ¿qué balance haces de estas bodas de plata?
La mayor virtud de Tiempo en estos años es que ha ido adaptándose a los cambios profundos que ha vivido la sociedad española. Ha cumplido muy bien esa labor clásica de los productos periodísticos de ser ‘espejo de la realidad’ y, en este sentido, Tiempo ha cambiado mucho. Un cambio para bien que sigue siendo líder en su sector y eso significa que no se ha equivocado demasiado. También es tante seguir manteniendo una gran humildad y aceptar que los periodistas somos meros intermediarios entre las fuentes de la noticia y los lectores.
¿Por qué han decidido cambiar el día de salida de la revista, del lunes al vies?
Esto se produjo a finales de enero, pero es un cambio que no es exclusivamente nuestro. Cabeceras internacionales como Tes o News Week ya abordaron esto influidos los cambios en el uso del tiempo que hacen los lectores, así como los cambios de contenidos que han abordado los periódicos diarios, que hacen un periodismo más ‘retajeado’. Y luego está el dato claro de mercado de que el día de la semana en que más gente va al quiosco es el fin de semana. Y es ahí cuando hay que estar con un producto más reciente, más actual. En los últos meses Tiempo ha subido sus ventas. Supongo que también ha influido la temada caliente que actualmente vivos en el panorama político.
Habéis llevado a cabo un gran seguiento del Caso Malaya, ¿crees que algún día podremos decir que el caso está cerrado?
El caso ya es largo de sí, pero yo sigo confiando en la justicia. Es un mecanismo lento, pero va dando sus frutos como estamos viendo día a día. Es el ejemplo de la corrupción urbanística y, en este sentido, nos vamos llevando ‘sustos’ cada semana. No sé cuando acabará esto, lo tendrá que decir la justicia.
¿Tenéis algún proyecto nuevo en mente para la revista?
Todas las semanas tenemos proyectos. Lo que ocurre, es que los proyectos hay que abordarlos, arriesgarse y ejecutarlos y luego será el lector el que decida si le gusta o no. Lo que no hay que hacer es anunciarlos no con mucho tiempo de antelación. Es fundamental estar vivos. La sociedad es muy activa, en contra de lo que creen muchos políticos, y los medios tienen que anticiparse a esas necesidades