Intereconomía comienza a derrumbarse. Los trabajadores que sobreviven en el Grupo hablan de un ambiente de precierre y los datos así parecen confirmarlo. El prero es que la Seguridad Social ha enviado cartas a sus principales anunciantes para que el pago de las siguientes mensualidades se haga en las arcas del Estado, debido al reiterado fraude en el que se ha venido incurriendo tras casi un año de pagos a prácticamente toda su plantilla. Paralelamente ex trabajadores denunciarán a Ariza la vía penal intentando demostrar alzamiento de bienes tras el cambio de titularidad de Intereconomía TV.
¿El fin de Intereconomía? No lo sabemos, pero lo cierto es que la situación actual es la más complicada desde que comenzara la crisis. Por prera vez desde que empezaran los pagos hace ya casi un año, un organismo estatal ha actuado. Lo ha hecho la Seguridad Social que ha enviado cartas a los principales anunciantes del Grupo para que el próxo pago lo realicen en una cuenta de la Seguridad Social. Si no lo hacen serán multados. Recordemos que tras un año de pagos a casi toda su plantilla, el dinero que se debe a la Seguridad Social es mucho, incurriendo en el delito de fraude a organismo público.
Pero no es lo único. El grupo de ex trabajadores de Intereconomía plantearán denuncias la vía penal contra quienes resulten responsables intentando demostrar alzamiento de bienes. Esto que Intereconomía TV ha cambiado de dueños, los nuevos contratos se hacen mediante otra empresas y Julio Ariza ha aumentado su patronio en sociedades fantasma en directa proción con el desplome del resto de empresas que gestión los medios del Grupo.
Lo hacen –al igual que muchos trabajadores que todavía están en plantilla que ya está a punto de cumplirse un año de los preros pagos, tiempo tras el cual ya no es posible denunciar. Del mismo modo, se están preparando movilizaciones para parar las emisiones de TV y Radio, para que sean los propios anunciantes los que dejen de pagar a Julio Ariza no prestar el servicio contratado. Es más, el día 1 como el resto de los meses, los pocos trabajadores que van quedando no irán a trabajar ni prestarán servicios en solidaridad con las nóminas pagadas.
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