En la Tierra a lunes, noviembre 25, 2024

Nuevos datos de ocrelizumab permiten avanzar en la comprensión de la progresión subclínica de la esclerosis múltiple

Roche ha anunciado nuevos datos sobre Ocrelizumab que muestran avances en la comprensión de la actividad subclínica de la esclerosis múltiple (EM), así como de la progresión de la discapacidad asociada a las formas primaria progresiva y con brotes de la enfermedad gracias a la exploración de nuevos objetivos clínicos y al seguimiento preciso. Estos datos han sido presentados en el 7º encuentro conjunto de los Comités Europeo y Americano para el Tratamiento e Investigación en Esclerosis Múltiple (ECTRIMS y ACTRIMS, respectivamente).

Ocrelizumab redujo significativamente el volumen de pacientes con esclerosis múltiple en brotes (EMR) que experimentaron progresión de la discapacidad independiente de la actividad del brote (PIRA, en su siglas en inglés) en un análisis post-hoc en comparación con interferón-beta1a. Este efecto se observó especialmente en aquellos  pacientes que tenían un mayor riesgo progresión de la enfermedad según la escala EDSS al inicio del estudio. Concretamente, en este análisis, el tratamiento con Ocrelizumab redujo el riesgo de PIRA en un 25 por ciento y un 23 por ciento a las 12 y 24 semanas, respectivamente (p=0.008 y p=0.039, respectivamente).

PIRA es un nuevo objetivo en EM que pretende medir en Resonancia Magnética el aumento de la discapacidad relacionado con la actividad subclínica de la enfermedad en EMR. Estos datos fueron obtenidos de un análisis post-hoc de más de 1.600 personas seleccionadas al azar a tratamiento en los estudios OPERA I y OPERA II y evaluación PIRA, según criterio de evaluación del riesgo de que la discapacidad física de una persona empeore en función de tres parámetros: la progresión confirmada de la discapacidad, la velocidad al caminar y la función de las extremidades superiores (cCDP).

«Estos nuevos análisis de los datos obtenidos en los amplios estudios comparativos realizados con OCREVUS nos permiten entender mejor que, en EMR, puede haber progresión de la enfermedad independientemente de la actividad por recaída o brote. Estos conocimientos repercuten en las decisiones que tomamos a diario junto con los pacientes —explica el Dr. Ludwig Kappos, jefe del Departamento de Neurología en el Hospital Universitario de Basilea (Suiza)—. Aunque los pacientes con EMR no tengan brotes, su enfermedad sigue presentando una actividad subclínica que puede causar un deterioro irreversible de la movilidad y de la calidad de vida cotidiana. El reconocimiento y entendimiento de este proceso respalda la indicación temprana de tratamientos más eficaces ».

Además, una presentación oral, que también resaltó la actividad subclínica de la enfermedad, mostró un nuevo algoritmo basado en resonancia magnética convencional como posible biomarcador para la detección automática de lesiones de evolución lenta, una potencial medida de la actividad de la enfermedad crónica más allá de las lesiones agudas del cerebro. Se demostró que las lesiones de evolución lenta progresaron  independientemente de las lesiones agudas que conducen a una mayor pérdida de tejido cerebral focal, medida por la evolución de los “agujeros negros” en T1. Aunque todavía es necesaria más investigación en este tema, este algoritmo para la detección automática de las lesiones de evolución lenta mediante RM cerebral convencional puede proporcionar un marcador de la actividad de la enfermedad crónica en las lesiones de EM.

“Esta nueva capacidad para detectar la actividad de la enfermedad tanto aguda como subclínica con RM convencional puede mejorar la forma en la que monitorizamos su progresión y también cómo nos planteamos el manejo general del paciente”, ha explicado el doctor  Stephen Hauser,  presidente del Comité Científico de los estudios OPERA. , director del Instituto Weill de Neurociencias y presidente del Departamento de Neurología de la

Universidad de California en San Francisco. “Si bien hemos visto que las lesiones de evolución lenta pueden ocurrir en todos los subtipos de EM, este hallazgo puede ser particularmente prometedor para las personas con EMPP cuya progresión de la discapacidad puede estar relacionada con la investigación continua de lesiones de evolución lenta. Este estudio también revela la importancia de estar investigando continuamente en EM, no solo para el desarrollo de nuevos tratamientos como Ocrelizumab, sino también para avanzar en el conocimiento de las principales causa de esta enfermedad debilitante”

En esta línea, la doctora Celia Oreja-Guevara, jefa de Sección de la Unidad de EM del Hospital Clínico San Carlos Madrid), ha explicado que los nuevos hallazgos presentados en ECTRIMS suponen un importante paso a la hora de tomar decisiones sobre el abordaje de la EM. “Existen muchas discrepancias entre los síntomas y la progresión que presenta un paciente  y las lesiones que los neurólogos ven en su resonancia magnética. Esto es debido a la actividad subclínica de la enfermedad. Poder reconocer esta actividad subclínica por resonancia magnética es una necesidad no cubierta y nos puede ayudar a cuantificar la progresión de la enfermedad y, por tanto, a tomar decisiones más acertadas en el tratamiento”, ha señalado.

Según la doctora Oreja-Guevara, el nuevo concepto PIRA presentado en ECTRIMS para cuantificar la actividad subclínica de la enfermedad y el nuevo algoritmo para detectar automáticamente las lesiones de evolución lenta en resonancia magnética suponen dos grandes avances, ya que “permitirán determinar la respuesta a los tratamientos principalmente en los pacientes con EM progresiva”.

También se han presentado nuevos datos del programa de ensayos clínicos FLOODLIGHT, diseñado para evaluar los resultados de una serie de pruebas neurológicas activas obtenidos mediante la monitorización pasiva a través de un Smartphone. La herramienta permite recopilar y analizar una secuencia continua de datos sobre la progresión de la enfermedad mediante el uso de  algoritmos y aprendizaje automático.

Los datos presentados en ECTRIMS-ACTRIMS demuestran una notable adherencia de los pacientes a la tecnología utilizada en FLOODLIGHT. La medida de la función de la mano/brazo basado en una prueba que permite detectar una alteración subclínica en pacientes con una actuación normal en la prueba 9 HPT, midiendo la forma en la que se agarra un smartphone. La velocidad de giro medida por un smartphone basándose en el test U-Turn demostró tener correlación con la prueba cronometrada de los 25 pasos (T25-FW) (p<0.001), y puede detectar actividad subclínica de la enfermedad en comparación con las pruebas clínicas que se utilizan habitualmente. Los datos respaldan la eficacia FLOODLIGHT como un posible complemento a las pruebas clínicas permitiendo obtener una idea más completa y consistente de la progresión de la enfermedad en el paciente.

Además, los resultados de una extensión abierta de los estudios fase III OPERA I, OPERA II y ORATORIO presentados en el encuentro ECTRIMS-ACTRIMS continúan mostrando el perfil favorable beneficio-riesgo de Ocrelizumab. Ocrelizumab ha sido aprobado en países de América del Norte, América del Sur, Oriente Medio, Europa del Este, asi como en Australia y Suiza.

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