El 23 de junio es la fecha límite para que el Tribunal Supremo falle sobre el futuro de las ocho licencias de TDT cuestionadas por la segunda demanda de Infraestructuras y Gestión 2002, empresa que ya generó que en mayo pasado cerraran nueve licencias. Lo normal es que el Supremo decrete el cierre de las señales en concordancia con su fallo anterior y si seguimos con este procedimiento Moncloa debería ratificar esta resolución en semanas posteriores. No obstante, hay una posibilidad remota de que el Ejecutivo blinde estos canales con un decreto que ‘legalice’ estas concesiones.
Este ‘decretazo’ ha estado en el centro de todos los debates durante los últimos tres años. Incluso una medida de este estilo podría haber salvado a las nueve cadenas que cerraron en mayo de 2014 y por ende habría blindado las actuales ocho licencias que también están en el aire. Pero estamos ante un ‘as bajo la manga’ que Moncloa no ha querido utilizar hasta el momento, ya sea por desidia, escaso interés en el sector o simplemente porque buscaban controlar a las televisiones privadas. Lo cierto es que quedan menos de tres semanas para el fallo del Supremo contra la TDT y siguen sin mover ficha… al menos de manera pública.
Las informaciones llegadas hasta prnoticias indican que Moncloa se está planteando seriamente poner en marcha este decreto para salvar a las cadenas, pero no sin antes obtener un compromiso en firme de Atresmedia y de Mediaset –los dos grupos que realmente cuentan por tener el 85% del mercado publicitario- de ayudar a rescatar a TVE. El plan de Moncloa es ambicioso y pasa por modificar completamente buena parte de la fórmula de financiación de la cadena pública con un nuevo sistema de patrocinios más transparente y publicidad en algunas franjas específicas.
En su comparecencia de esta tarde ante el Congreso el presidente de RTVE José Antonio Sánchez se volvió a quejar de la inviabilidad del actual sistema con operadores que no pagan y una legalidad que les impide recortar costes y ser competitivos. ‘Hasta ahora lo estamos sobrellevando, pero el sistema de financiación de TVE no es viable y, por lo tanto, esto o se reforma o nos reforman. Hablando en el argot taurino, como decía Belmonte, o te quitas tú o te quita el toro’, ha indicado agregando que con este sistema ‘no es viable una televisión de calidad a largo plazo’.
Atresmedia y Mediaset son conscientes de este problema y ven con buenos ojos el sistema de patrocinios, pero con reformas que permitan a TVE cobrar directamente de las empresas y no por medio de productoras como sucede actualmente. En el caso de la publicidad en algunas franjas –principalmente prime time- no lo ven tan claro y tienen reticencias. En cualquier caso, un posible pacto pasaría también por el compromiso del Gobierno de poner en marcha un importante plan de ajustes en la Corporación que reduzca sus elevados costes salariales.
La idea es que Atresmedia y Mediaset den el visto bueno al plan de TVE y que de manera implícita cedan una pequeña parte de la enorme tarta publicitaria de la TDT que manejan y que en 2015 podría llegar a los 2.100 millones de euros, 200 millones más que lo registrado el año pasado. Tampoco piden un apoyo explícito sino que simplemente que se abstengan de opinar y de hacer ruido cuando el proyecto se comience a hacer público.
Este es el plan, pero de momento los contactos son solamente informales. A favor de Moncloa juega la posibilidad de poner en marcha el ‘decretazo’ a posteriori. Es decir salvar los ocho canales que debería cerrar el Supremo después del fallo de junio. El anterior antecedente es que el Gobierno tardó más de un año en decretar el cierre de las cadenas tras el primer fallo del alto Tribunal, así que no estaríamos ante un procedimiento novedoso. En cualquier caso ninguna de las dos partes quieren que el proceso de adjudicación de seis nuevas licencias de TDT que debría conocerse en octubre entorpezca este cambio. Ambos procesos deben ir en paralelo.
