Es el punto común entre todos los pretendientes de Zeta: el grupo necesita un lavado de cara y un plan de saneamiento urgente que les convierta en un grupo de medios de comunicación en condiciones de competir en el mercado global. Un diagnóstico que sin embargo viene de largo. Sin ir más lejos, en 2006 la consultura Mackinsey elaboró un informe para Antoñito Asensio en que se aconsejaba una fuerte reestructuración con Plan de Saneamiento, venta de negocios poco rentables y ahorro de costes operativos incluidos.
Las noticias llegadas hasta PRNoticias de fuentes muy bien informadas dentro del sector financiero indican que hace dos años Mackinsey aconsejó a la cúpula del Grupo Zeta un ERE que se debía traducir en la reducción del 25% o 30% de la plantilla, entre 700 y 900 personas, según los cálculos de esa época. El diagnóstico era que Zeta tiene una plantilla envejecida, con puestos duplicados y dos núcleos de poder directivo, uno en Barcelona y otro en Madrid.
Una bicefalia directiva en que sus representantes no se llevan bien y constantemente se están solapando, lo que genera un doble problema. Y es que las directrices de Mackinsey fueron bien claras y pilotaron en tres ejes estratégicos: plan de saneamiento que debía incluir mejorar la situación financiera de cara a los acreedores, deshacerse de los negocios que no fuesen rentables y que generasen pérdidas, y ahorrar costes de estructura, incluyendo plantilla.
Un plan que en definitiva fue aparcado y desviado al baúl de los recuerdos. En el medio, el temor de los directivos de Zeta a protestas de los trabajadores y a no encontrar los apoyos necesarios a la operación. Del mismo modo, muchos directivos consideraron que la situación dibujada la asesora era demasiado catastrofista y que muchas de sus directrices no eran necesarias.
Seguiremos Informando…