Del anodino e inocuo en cuanto a sus efectos positivos para el ciudadano debate parlamentario de ayer en el Congreso sobre “la crisis”, no sólo es reseñable el nivel tan mediocre de nuestra clase política, sino el claro declive de un presidente del Gobierno que acreditó los motivos que justifican su caída en picado en la credibilidad que le atribuyen los ciudadanos, y que acreditan las encuestas recientes, incluida la del CIS. Conforme escuchaba a ZP se me vino a la cabeza el famoso refrán de: a Dios rogando y con el mazo dando.
Y lo pensé, que conforme escuchaba a ZP y su retahíla de buenos propósitos a la que nos tiene acostumbrados y que luego quedan en nada (eso de ayudar a los más desfavorecidos, a los que se han ido o se van a ir al paro, a los emprendedores y pequeñas empresas para evitar su cierre), era inevitable recordar cómo desde su propio partido, el PSOE, se actúa favoreciendo los intereses de los amigos, de Lavinia, haciendo que una empresa que se ha hecho poderosa los favores recibidos desde la órbita socialista, mande a la quiebra a una pequeña empresa que engrosará, con seis personas más, las listas del paro que según dice ZP, tanto le preocupan. ¿Cómo es posible que el presidente de un Gobierno respaldado un partido que se reclama socialista, actúe de la misma manera que la que andan reprochando de continuo a la oposición? Si ZP aún no se ha enterado del escándalo que están propiciando gentes de su partido en la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que se lo pregunte a Leire Pajín, Celestino Corbacho, Elena Espinosa, Juan Zafra o al todopoderoso José Montilla que, seguro, algo le podrán contar sobre Lavinia, sus apoyos políticos, los contratos millonarios con los que ha sido bendecida y su actuar prepotente. Aunque resulta raro que no esté ya al tanto, que fue Lavinia la que le hizo la campaña de la ceja, la de la mirada positiva, en la que él era el protagonista.
Entre tanto, los corderitos obedientes de la AEMET siguen acatando órdenes de arriba y buscando las vueltas y resquicios (que no los hay), para intentar tapar las ilegalidades ya cometidas y ensordecer un escándalo que ya es un clamor en el mundo periodístico el que ya están circulando, correo electrónico y en innumerables redacciones de España, algunos de los artículos aquí publicados y la nota que han hecho pública los trabajadores que siguen prestando el servicio de información meteorológica a emisoras de radio. Una situación en la que ya están atrapados los responsables de la AEMET, que no saben para dónde tirar, después de tanto enredo, indolencia y falta de valentía a la hora de denunciar, ellos mismos, los intereses y presiones para CONCEDER el contrato a Lavinia. ¿Qué pasaría en una empresa privada si sus responsables hubieran actuado como lo están haciendo los jefes de la AEMET? Estarían, sin duda, despedidos y en la calle, en lugar de los trabajadores afectados que, de no mediar la cordura, siguen con los días contados.
Pedro Aparicio Pérez
Director de prnoticias.com
TODA LA LUPA
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