- La mañana de ayer conocíamos que la Sexta y Antena 3 ultaban su alianza y al final de la tarde corrió como la pólvora el rumor de que Cuatro y Telecinco apuraban su acuerdo para cerrarlo esta misma jornada.
Esta verdadera carrera frenética responde a la necesidad estratégica de las televisiones de ser las preras en dar el golpe. El problema es que esto puede llevar a prisas como es el caso de Sogecable que ha hincado la rodilla ante Mediaset para aliviar su elevada deuda.
Precisamente la fusión de Telecinco y Cuatro sería la prera en aprobarse, incluso esta misma tarde, si todo marcha bien en el Consejo de esta mañana en Mediaset. La tarde de ayer la fusión absorción, aunque nadie lo diga fue aprobada en el Consejo de Sogecable y ya está vista para sentencia. El valor de la operación oscila entre los 400 y los 1.000 millones de euros, dependiendo de si se incluye en el paquete de venta el 20% de Digital Plus o sólo se enajena el 80% de Cuatro.
En cuanto a la gestión, ya todos los medios han confirmado que será de Telecinco, pero con la novedad de que habrá un año de transición en el que paulatinamente se irán transfiriendo las competencias a Mediaset. Sogecable todavía negocia quedarse con el control de los Informativos de Cuatro que en su momento fueron el buque insignia de la cadena. En este caso se mantendría la fusión de redacciones entre CNN Plus y Cuatro, aunque ahora de manera más sinérgica.
En el mercado es vox pópuli que Cebrián ha debido ceder a regañadientes el control de la que fue su ‘niña mada’ a cambio de liquidez financiera. El yugo financiero de los bancos le ha puesto contra la pared para que antes de marzo presente una reducción tante de su deuda que después de las últas ventas, va los 4.000 millones de euros.
Precisamente ayer publicaba algún generalista digital que el futuro consejo de la compañía con Cuatro ya integrada estaría compuesto casi en exclusiva actuales ejecutivos de Telecinco y Mediaset, dejando quizás algún puesto honorífico pero no gestor a Cebrián o a algún representante de Prisa y Sogecable.
En cuanto a los dos canales, en principio Cuatro y Telecinco mantendrían sus marcas, aunque se forzaría el intercambio de producción propia y de series extranjeras. En relación a sus equipos no sería descabellado pensar en recortes de personal o externalizaciones de servicios, ya que precisamente uno de los objetivos de la fusión es recortar costes y reducir plantilla para evitar la duplicación de puestos. Con todo, hoy es probable que tengamos noticias y que todo se formalice.
LASEXTA Y ANTENA 3
La fusión entre Antena 3 y la Sexta es igual de inminente que la de Cuatro y Telecinco, aunque los plazos de su formalización son más extensos. A pesar de lo publicado ayer, la firma no es inminente y fuente de las dos empresas han confirmado a prnoticias que no tendrán novedades hasta después de las fiestas de fin de año. En las fusiones nada se sabe y no es descabellado pensar que todo se apresure tras la operación de Cuatro, aunque en el equipo negociador no existe de momento la intención de anunciar nada antes de enero.
La mecánica sería silar aunque con la diferencia que se mantendrían intactos los equipos gestores y la independencia de la Sexta. La fusión en este caso sería exclusivamente para recortar costes y para emprender sinergias. El negocio de la producción audiovisual y de la TDT de pago serán los dos ejes sobre los que pilotará la fusión de estas dos compañías.
LA DEUDA DE PRISA
La deuda de PRISA es cercana a los 5.000 millones y se compone de tres préstamos: el sindicado de Sogecable de 880 millones, el que financió la compra de Media Capital y la prera OPA sobre Sogecable que es de 1.950 millones, y el puente para cubrir la operación de OPA sobre Sogecable de 2.000 millones. Esta deuda se ha aliviado enparte la venta del 25% de Santillana (300 millones), el 35% de Media Capital (150 millones de euros y el 21% de Digital Plus (470 millones de euros). El problema es que esta cifra sigue siendo insuficiente para pagar el prer venciento de la deuda a principios del próxo año. Y los bancos acreedores piden un esfuerzo extra.