El Presidente de Coca Cola para España y Portugal, Marcos de Quinto, ha participado en la Jornada anual de UTECA, un marco en el que el empresario entraba al análisis de la credibilidad y eficacia publicitaria de las grandes marcas comerciales en los medios de comunicación.
De quinto reflexionaba sobre los cambios acontecidos en los últos años, y los modelos y paradigmas comunicativos. ‘La mayoría de modelos que me enseñaron no encajan con mi negocio’, destacaba el empresario. El ejecutivo hablaba de un modelo en crisis o de un ‘jardín descuidado’. ‘En un mundo donde la comunicación se ha revolucionado y fragmentado, cada vez nos es más complicado poner nuestros mensajes en la cabeza de los consumidores. Mensajes que, en mi opinión cada vez son menos efectivos la falta de credibilidad que tiene la publicidad’.
La única salida para la diferenciación, apuntaba, es ‘apostar un mejor g, mejor comunicación y mejor publicidad’. Por ello, De Quinto explicaba la razón la que CocaCola hace publicidad cuando la marca se vende sola. El presidente de la compañía explicaba que aunque lleve años liderando los rankings de marcas, si a su producto le quitaran la publicidad no sería el mismo.
El mayor valor que una TV puede atar a la marca no está en el GRP, puntualizaba, su valor radica en la mayor persuasión que pueda generar sobre un público general. A este respecto, De Quinto alzaba su puño en defensa de la pequeña pantalla. ‘La televisión no está en crisis, el formato publicitario probablemente sí. El poder de convicción y de crear opinión que tienen la televisión, no lo tienen otros medios. La televisión sigue siendo el rey, va a seguir siendo el rey y es muy necesaria si sabemos utilizarla’.
Esa era la gran crítica del empresario, que la publicidad no se sabe vender. La salida pasa basar la estrategia en el g emocional, más ahora que los mensajes publicitarios se están adaptando a la revolución de los medios y han entrado en el campo del ‘g político’, el mismo que cambia, adapta y contraprograma sus estrategias comerciales para superar a sus competidores directos.
Para finalizar, Marcos de Quinto se atrevía a dar consejos a los representantes de la patronal de las televisiones privadas: ‘vuestro negocio radica en la credibilidad que logréis y el conociento que tengáis de vuestro público para programar el entreteniento del futuro. Vosotros vendéis persuasión, debéis encontrar el mejor camino, integrar los mensajes en los contenidos, y adaptar los formatos’.
A favor de su marca y de sus colegas de profesión lanzaba un últo mensaje: ‘en vez de desconfiar del que hace publicidad, favor, desconfiemos del que no la hace’.
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