LA HABANA (26/10/04)El régen de Fidel Castro es el que peor trata a los periodistas en todo el mundo. Sólo superado Corea del Norte, la isla no entrega ninguna facilidad para que la labor de los informadores se desarrolle con las mínas condiciones. En la retina de todos aún quedan los 26 periodistas detenidos hace un año en una salida masiva de disidentes.
En penúlta posición (166), una vez más Cuba es el farolillo rojo del continente americano, en materia de libertad de prensa. En la isla, cualquier expresión crítica con el régen de Fidel Castro es, definición, crinal.
Un claro ejemplo de ello, son según Reteros sin Fronteras los 26 periodistas, detenidos junto con cerca de medio centenar de disidentes durante la “pravera negra” de marzo de 2003, continúan detenidos. La libertad condicional de dos de sus colegas solo significa un débil rayo de esperanza, mientras el Estado continúa ejerciendo un placable monopolio de la información.
En cambio, en Colombia existe un auténtico pluralismo informativo. Pero los periodistas lo pagan con su vida. A dos de ellos les mataron en el período considerado. Una cifra ligeramente menor en relación con el año precedente, y tanto una clasificación algo mejor (posición 134 frente a la 147 de 2003). Sin embargo, en conjunto, las condiciones de trabajo de los periodistas no han cambiado. Denunciar las exacciones de los grupos armados paramilitares y guerrillas y la corrupción de los cargos políticos sigue siendo un trabajo peligroso, más que en ningún otro lugar del continente.
La multiplicación atentados, amenazas y agresiones contra la prensa, putados a los secuaces del ex presidente Aristide, en los meses anteriores a su disión, explican ampliamente que Haití se encuentre relegado a la posición 125 (100 en 2003). Después, la situación ha mejorado, pero en las provincias los periodistas tienen que llegar a componendas con los ex militares que expulsaron a “Titid”, y prefieren autocensurarse.
Democracias frágiles y violentas
En México (96), Perú (123) y en menor medida en Brasil (66), subsiste una libertad de prensa a dos velocidades. En esos grandes países, junto a una prensa nacional relativamente preservada, los medios de comunicación locales tienen que enfrentarse a graves dificultades. En los tres Estados han matado a algunos periodistas en las provincias, víctas del cren organizado o de los cargos locales. A causa del asesinato de Carlos Guadamuz, Nicaragua retrocede de la posición 34 de 2003 a la 52. En Argentina (79) no hubo muertos, pero los periodistas de las regiones son víctas de acoso judicial, amenazas y la instrumentación que las autoridades locales hacen de la publicidad pública.
Aunque menos numerosos que en 2003, todavía siguen siendo elevados los atentados, amenazas y agresiones a periodistas y redacciones críticos con el presidente Hugo Chávez, lo que explica en parte la posición que ocupa Venezuela (90). La tensión ha bajado ligeramente desde que el referéndum del 15 de agosto confirmó en sus funciones al jefe del Estado.