Esta carta nos la manda Gema Piñeiro, periodista y autora de Salsa Revuelta, libro que denunció las malas prácticas en programas de corazón y el abuso al que están sometidos los periodistas.
Durante estos días me estoy mareando de escuchar la palabra telebasura, autorregulación, censura, derecho a la intidad de los famosos, pero no he oído a ninguno de los ilustres contertulios que desde los diferentes espacios de televisión están protagonizando el tema, hacerse esta pregunta ¿Quién defiende al periodista?
Hago una excepción, María Eugenia Yagüe en el programa de Pedro Piqueras Enfoque lanzó un pregunta ¿quién es periodista hoy en día? Dar respuesta a este enigma sería el prer paso para saber ¿Quién defiende al periodista?
Hoy en día , los que sí nos hemos preocupado en estudiar una carrera y sabemos que ser periodista significa informar, contrastar, investigar y denunciar con valentía a los delincuentes, somos perseguidos y obviados.
Los famosos se alían legítamente, y se ponen en pie guerra denunciando el insufrible e perdonable acoso de la prensa, pero con cierto cinismo se acusa sólo a las agencias, como si todos no supiéramos quienes compran esas ágenes.
El periodista que está en la calle, con un sueldo miserable y con un horario infernal, está obligado a enfrentarse a los famosos, mientras que desde arriba, se le obliga a hacer esas preguntas pertinentes. Si no lo hace, le echarán a la calle como a un perro, sin otra opción que la de encontrar un puesto de teleoperador si hay suerte ¿Quién defiende al periodista?
En los programas de televisión, decenas de redactores buscan incansablemente noticias escabrosas y personajes ridículos, a petición de sus jefes, para luego regalar sus entrevistas a los vendedores de mentiras y colaboradores estrellas, famosos con cat chusquero de prensa.
A estos personajes se les convierten en periodistas desde el mismo momento en el que comparten mesa y oficio, con esos cómplices de intrusos que afirman ser “periodistas de cat y título”, y que en vez de rebelarse ante la situación aceptan de buen grado económico esta vejación del periodismo, y en cambio miran hacia otro lado cuando un “compañero” alza su voz desde las trincheras denunciando la mala praxis y en defensa de la profesión ¿Quién defiende al periodista ?
Desde ilustres púlpitos oigo a denominados representantes de periodistas defender que hay que denunciar las malas prácticas en periodismo pero ¿Quién se atreve? ¿quién defiende al periodista? .
Sé de lo que hablo, trabajé como redactora en el programa Salsa Rosa hasta el día que le advertí a mi directora que iba a cometer una salvajada con la hija de Isabel Pantoja, le presenté documentos que demostraban que la invitada que quería traer (y trajo), era una delincuente y lo peor, que su testonio era falso, lo había investigado, mi jefa me lo había encargado, pero miro hacia otro lado cuando no escuchó lo que quería oír..
La respuesta a mi ataque de ética fue una bonita medicina, la carta de despido (eso sí al menos reconocieron que era procedente). Arriesgué mi puesto de trabajo defender la verdad ¿Quién defiende al periodista?
A partir de ese momento sufrí un acoso y ataque sin precedentes, tuve que escuchar como “compañeros” que comparten mesa junto a delincuentes, me acusaban a mí de traición, no de mentira, de falta de ética, en vez de valentía denunciar la manipulación, la mentira y la extorsión a la que está sometida la profesión.
Demostré la verdad con investigación, y ahora esos documentos forman parte como prueba de la demanda que Isabel Pantoja ha presentado ante la Justicia. Pero ¿Quién defiende al periodista?
Y hay que echarse a reír cuando una ve a ciertas personas defender la buena praxis en periodismo, y echarse a llorar al tener que aceptar ese corativismo enfermizo contra quienes desprestigian la profesión con sus malas artes y sus mafias, no lo debemos permitir.
En mi quijotada recuerdo que al mismo tiempo que “pudientes compañeros” me atacaban la espalda intentando desprestigiarme, de cara a la galería reconocían que era una salvajada lo que se había hecho con Chabelita. Sin quererlo me daban la razón, pero me clavaron un puñal no haber sido servil.
Doble moral, cinismo posible de sufrir para una periodista que ahora asiste a la defensa a ultranza del menor quienes fueron cómplices de un delito.
Y no paro de preguntarme desde entonces ¿Quién defiende al periodista?
Yo no hablo de telebasura ¿qué es? Hablo de lo que sé, de periodismo, de que nos dejen hacer bien nuestra labor de informar con la mayor libertad posible, y sin coacciones, esas que a veces no recibes precisamente del exterior de la profesión, sino de la falta de libertad de expresión que en ocasiones ejercemos desde dentro ¿Quién defiende al periodista?