Nuestro corresponsal en Washington Rafael Veraz ha vuelto. Esta vez nos cuenta que la Casa Blanca está siguiendo con suma atención, el publicitado viaje del presidente venezolano Hugo Chávez a España. Aunque se esperaba que la visita fuese liviana y pasajera, las fotos con los pies enca de mesa de Chávez y Zapatero, recuerdan algo que el presidente español criticó a su antecesor y que no ha caído nada de bien a los asesores de Bush.
Nuestro corresponsal en Washington Rafael Veraz ha vuelto. Esta vez nos cuenta que la Casa Blanca está siguiendo con suma atención, el publicitado viaje del presidente venezolano Hugo Chávez a España. Aunque se esperaba que la visita fuese liviana y pasajera, las fotos con los pies enca de mesa de Chávez y Zapatero, recuerdan algo que el presidente español criticó a su antecesor. Y que no ha caído nada de bien a los asesores de Bush.
Hugo Chávez se ha hecho famoso su programa “Aló Presidente” en que el que de forma pletórica y nada aburrida emula a su amigo Fidel Castro, presentando un programa de más de cuatro horas de duración en que responde llamadas de la población de temas tan variopintos que van desde recetas para cocer huevos, hasta como romperlos.
Precisamente esto últo es lo que ha hecho a nuestro ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos al demostrar nuevamente que la política exterior española falla más que una escopeta de feria. Y es que ha llamado poderosamente la atención, que uno de los personajes más que discutidos Estados Unidos en concierto mundial, sea recibido como el mejor de los amigos en España, un país, que al menos en teoría, está intentando recomponer sus relaciones con la Casa Blanca.
Nuestra crítica no va en contra de una nación hermana como Venezuela, sino que contra las formas y maneras de un golpista declarado. Un Presidente que ha venido España con un grupo de incondicionales, que van a todos los saraos organizados su comitiva y en los que de manera interminable y extremadamente bulliciosa, palmotean y vitorean todas los incendiarios discursos que Chávez nos regala al oído.
Pero no todo es tan negro, ya que esta publicitada y promocionada visita a la capital ha salvado a España del ostracismo internacional, demostrando que se puede no ser amigo de Estados Unidos y no morir en el intento. No nada Zapatero y el presidente venezolano comparten un discurso “revolucionario”, según el propio Chávez.
La visita además está siendo muy bien vista en Venezuela, donde se tiene la secreta esperanza de que Chávez renuncie a su mandato para incorarse al próxo gabinete socialista de La Moncloa. ¿A quién podría reemplazar?…
