La ya famosa página web que publica fotos obscenas de las Ministras y que supuestamente estaba ligada a la COPE ha generado una inusual guerra mediática entre las dos principales cabeceras españolas. Desde que El País publicara la noticia en tada y con grandes titulares, El Mundo no se ha cansado de poner hincapié en el patinazo y la poca rigurosidad de las informaciones de su competidor. El Gobierno y la Conferencia Episcopal piden explicaciones.
La ya famosa página de Intet que publica fotos obscenas de las ministras y que supuestamente estaba ligada a la COPE ha generado una inusual guerra mediática entre las dos principales cabeceras. Desde que El País publicara la noticia en tada y con grandes titulares, El Mundo no se ha cansado de poner hincapié en el patinazo y la falsedad de las informaciones de su competidor. Un buen lío que ha anado el puente de la Constitución.
Prisa y el Gobierno atacan a la COPE y a la Iglesia, El Mundo ataca a Prisa y la Conferencia Episcopal pide explicaciones las acusaciones, a pesar del convenciento en La Moncloa. Un lío mayúsculo que ha dejado en claro que los medios españoles ya no respetan esa vieja norma periodística no escrita que establece que nadie debe entrometerse en el trabajo del competidor, y menos para desacreditarlo con nombre y apellido.
La polémica saltó el lunes, cuando El Gobierno, a través de El País, acusaba a la COPE de estar directamente involucrada con la publicación fotografías obscenas de las ministras en el web gruisa.com, una página que toma el nombre de una de las secciones estelares del programa La mañana, dirigido Federico Jénez Losantos, que emite la emisora de la Conferencia Episcopal.
Al día siguiente El Mundo, desmiente totalmente la noticia, argumentando que se trataba de un montaje que tomaba el nombre del programa, pero en el que nada tenía que ver la COPE ni la Conferencia Episcopal. El diario de Pedrojota, aprovechó además para mediante sus informaciones y una que otra editorial, acusar a El País de poco profesional y de no contrastar sus informaciones, algo que lógicamente no ha caído nada bien en Prisa, que además mantiene su versión inicial basándose en declaraciones del Ministerio de Justicia
En el medio de esta polémica, el Gobierno y la Iglesia Católica han agudizado sus desencuentros y desde ambos lados se piden rectificaciones. Con todo, la polémica ha ido mucho más allá que una humorada en la web y amenaza con ir para largo…
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