La CNMV tiene en sus carpetas una verdadera patata caliente con la operación de Recoletos. A los problemas de incompatibilidades entre los actores de la operación se suma el mal precedente para otras empresas mediáticas en Bolsa como Sogecable. La CNMV tiene en sus carpetas una verdadera patata caliente con la operación de Recoletos. A los problemas de incompatibilidades entre los actores de la operación se suma el mal precedente para otras empresas mediáticas en Bolsa como Sogecable. Las incompatibilidades en la operación saltan todos lados: no es normal que los directivos de la compañía se la compren al principal accionista, eso sin contar que en la operación Pearson sea asesorado el banco de negocios en que Jae Castellanos es presidente y que a los accionistas minoritarios se les pague menos de la mitad del precio que invirtieron en comprar sus valores. A esto se le debe sumar el mal precedente que sentaría en el mercado que un grupo de comunicación solucione su mal accionar en Bolsa, comprándose a sí mismo, tras ver caer sus acciones en un 50% en menos de cuatro años. En la CNMV se teme que de aprobarse la operación y su posterior salida de Bolsa, muchas empresas del rubro como Sogecable, o los propios canales de TV podrían comenzar a incorar este tipo de “salida” para paliar eventuales caídas en sus acciones, algo que atentaría contra toda transparencia bursátil e igualdad de condiciones de mercado. La decisión es difícil y los intereses son muchos, pero seguiremos atentos…










