Según la revista Época, la ofensiva nacionalista y la descendencia de los príncipes de Asturias preocupan al Rey. El semanario explica que paradójicamente, la llegada de un heredero en las delicadas circunstancias políticas actuales puede complicar las cosas en la Casa Real casi tanto como los rumores en torno a la infertilidad de Letizia.
Según la revista Época, la ofensiva nacionalista y la decencia de los príncipes de Asturias preocupan al Rey. El semanario explica que paradójicamente, la llegada de un heredero en las delicadas circunstancias políticas actuales puede complicar las cosas en la Casa Real casi tanto como los rumores en torno a la infertilidad de Letizia.
Según fuentes del entorno real, el monarca –que durante la recepción de la Pascua Militar solicitó a los periodistas que no presionaran a Letizia, “No la atosiguéis…”, dijo a los informadores en presencia de su nuera, contempla el asunto de la descendencia de los príncipes de Asturias como un quebradero de cabeza añadido a los problemas que estos días le asaltan desde diversos ángulos de la política nacional.
El Rey está molesto y preocupado. “Molesta que se aluda a problemas de fertilidad que no existen y hiere que se insinúen falsedades incluso más duras”, dicen en la Zarzuela. Y es que según la versión oficiosa, los príncipes de Asturias no habrían tenido prisa, hasta ahora, en la tarea de engendrar un heredero.










