Hace años, ¡cómo pasa el tiempo!, Torcuato Fernández Miranda, el gran cerebro de la Transición, el que supo cambiar una Dictadura una Monarquía parlamentaria y democrática, el inventor de la “marioneta” Suárez (¡pobre Adolfo!), el que se enfrentó con lo de los “nacionalidades” y el “café para todos“, que le llevó a la tumba de pena, acuñó aquello de la “trampas saduceas” que trajo en jaque a la clase política del momento. Porque nadie sabía entonces lo que era una “trampa saducea”. Años después, y antes de explicarme lo que era una “trampa saducea”, me obligó a leer la historia de Sadoc, el creador de la secta saducea, y sus prácticas para engañar a los otros judíos. ¡Dios, qué listo era el tal Sadoc y cómo consiguió engañar hasta a los fariseos!. Bueno, pues eso es lo que ahora mismo estamos viviendo en España: la resurrección de Sadoc y sus “trampas saduceas”… que no otra cosa puede decirse de los comtamientos y las prácticas de los nacionalistas vascos (con Eta a su lado) y los republicanos independentistas catalanes (también amigos de Eta)… miren ustedes, vamos a dejarnos de tonterías, diálogos, juegos parlamentarios, comunicados, ruedas de prensa y demás zarandajas: LO QUE QUIEREN LOS VASCOS Y LOS CATALANES DEL “TRIPARTITO” ES LA INDEPENDENCIA PURA Y DURA DE ESPAÑA… Lo que pasa es que ellos, que si deben saber lo de las “trampas saduceas” han estudiado muy bien el campo de batalla y saben que al “enemigo” no se le puede vencer de frente y a pecho descubierto… y están haciendo lo que los partidarios del derribado tirano iraquí hacen hoy con el poderoso ejército americano: prero me doy vencido y desaparezco y luego reaparezco, los aplasto a bombazos y cochesbomba suicidas. El “plan de ruta vasco” es una verdadera “trampa saducea”. Prero presentan el “Plan Ibarreche” y con cinismo saduceo siguen los caminos democráticos (aunque saltándose las reglas del juego y a sabiendas de la debilidad farisea); después y si les sale mal el “paseo” las Cortes españolas, se parapetan en las elecciones autonómicas y en la voz del pueblo vasco… y luego, con mayoría absoluta o sin ella, querrán ir o irán las buenas o a tortas al referéndum DE LA AUTODERMINACIÓN Y LA INDEPENDENCIA. Pero, a estas alturas ¿alguien puede hablar en serio de Elecciones en el País Vasco? ¿cómo pueden celebrarse unas elecciones democráticas, aunque el voto sea secreto, cuando la mayor parte de la población votante está viviendo bajo el terror de Eta y la persecución de los nacionalistas del PNV? ¿se puede votar en libertad cuando el boca a boca popular (que nunca será prueba ante un juez) se sabe que te tienen controlado y vigilado y que tú y tu familia corréis peligro? ¿se puede votar en libertad cuando ya has visto caer muertos a compañeros y amigos y has asistido a más de un centenar de entierros? ¿puede hablarse de elecciones cuando el tero de tu casa, tu jefe en el trabajo, el dueño del bar de abajo, la pescadera, el peluquero y demás “compañeros de viaje” te están recordando el día electoral que hay que ir a votar y lo que tienes que votar? Sólo les digo una cosa, y con esto termino. Yo nací vasco y vasco me sentiré hasta la muerte. Pero, ahora, y desde hace cinco años, yo vivo escondido con mi familia en un lugar de la costa del “resto de España“ (y razones obvias oculto el lugar, como Cervantes el suyo en el “Quijote”) y no voy ni a votar. No se puede vivir bajo el terror permanente. Y esta es la “trampa saducea” de estos momentos: que los Ibarreches y Oteguis están tratando de convencer al Gobierno de Madrid de que ellos son “demócratas de toda la vida” y que sólo quieren lo mejor para Euskadi ¡Sadoc ha resucitado! EQUIPO SÉNECA










