El gratuito de Recoletos ha recurrido a todas las armas posibles para recortar competencia a sus rivales, haciendo incluso su reparto también la tardes. Una noticia que ya les adelantamos la semana pasada. No obstante, esta estrategia vulnera la estricta normativa sobre distribución gratuita y de paso se carga el delicado equilibrio con la prensa de pago. Pero esto no es todo. También hemos podido saber que Recoletos está presionado a un grupo tante de quiosqueros en Madrid para que repartan Qué!, a lo éstos han respondido con la amenaza de no distribuir Marca.
El gratuito de Recoletos ha recurrido a todas las armas posibles para recortar competencia a sus rivales, como ejemplo hacer su reparto también la tardes. Una noticia que ya les adelantamos la semana pasada. No obstante, esta estrategia vulnera la estricta normativa sobre distribución gratuita y que de paso se carga el delicado equilibrio con la prensa de pago.
La normativa indica claramente que está totalmente prohibida la distribución gratuita de un diario matutino y menos dejarlo en paquetes con los restos de la distribución como lo ha hecho Qué! en las últas semanas y como además lo ha podido comprobar PRNoticias. La legislación al respecto es sumamente estricta y señala que dejar paquetes de diarios, para que los lectores los retiren de las bocas de Metro no es legal.
Tampoco es legal distribuir el gratuito dentro de un radio de 50 metros cercano a una quiosco, una falta en la que también incurren los distribuidores de Qué!. El diario es además distribuido en grandes centros comerciales, estancos, farmacias y bares, alejándose totalmente del espíritu de la distribución gratuita que sólo se concentra en el Metro y en algunos quioscos, previo acuerdo con sus dueños.
Precisamente los cerebros del departamento de g de Recoletos han sugerido que sería muy útil distribuir el matutino en los quioscos. Para ello ya se están se están forzando convenios con un tante grupo de quiosqueros en Madrid para que distribuyan Qué!. A cambio, los quiosqueros han amenazado con no distribuir Marca, en una clara muestra de la tensión que ha alcanzado el conflicto.
La normativa autoriza que se realicen convenios entre los gratuitos y los quiscos, pero con condiciones transparentes. Por ejemplo, en Barcelona, Metro Directo, se distribuye en 50 quioscos, previo pago de 0,018 céntos ejemplar a los dueños de los quioscos. De hecho, los diarios de pago de Barcelona pugnaron sin éxito este acuerdo, dando la razón a Metro Directo.










