El Valle de Arán, la comarca leridana que ocupa la vertiente septentrional de los Pirinéos catalanes, ha reclamado ( acuerdo de todas las fuerzas políticas que mandan) a la Generalitat de Barcelona un “statua” especial: ser un Estado, Comarca o lo que sea, Libre asociado. O sea igual que pide Ibarreche con respecto a España. Y eso en base a su propio “hecho diferencial”, lengua diferente (el aranés), costumbres diferentes y metas diferentes ¡A Maragall se le han puesto los pelos como escarpias!… que si esto cunde el Estado de las Autonomías puede ser el “Estado del cachondeo”.
Aunque la cosa no es para tomarla a broma (como la han tomado los tertulianos de las radios nacionales) con los antecedentes que tenemos: los cantonalismos de siglo pasado.
Miren ustedes, la madrugada del 10 al 11 de 1873 unas Cortes monárquicas proclamaron la República (aquella 1ª República de Figueras, Pi y Margal, Salmerón y Cautelar) y quisieron establecer el “Estado Federal” como fórmula redentora de las distintas Españas… y en unos meses pasó lo que pasó: Cartagena, Murcia, Sevilla, Cádiz, Granada, Valencia y Castellón se levantaron contra el Poder central. Pero, dentro de esas “independencias” surgieron otras: Lorca se declaró independiente de Murcia, Bailén formó su propio Estado, Montilla se separó de Córdoba, Jumilla le declaró la guerra a Murcia, Ávila se independizó de Castilla, los Vascos dijeron ¡estas es la mía!, Cataluña (como siempre diplomática) negoció con el Presidente Pi y Margall su propia independencia y hasta le pueblo de Móstoles dijo que ellos tenían más derecho que nadie a ser independientes. Total: que aquello terminó como el rosario de la aurora. Tanto que hasta el Presidente de la República y del Gobierno, Salmerón, se fugó una noche sin decir adiós y amaneció en París.
Señores, que lo de Valle de Arán sólo es el comienzo ¡Ojo al dato!
EQUIPO SÉNECA










