Según un informe que publica la revista Vivir con Júbilo, desde hace varios meses algunos hospitales de nuestro país están llevando a cabo una nueva técnica quirúrgica mínamente invasiva para la prótesis de cadera, cuyas principales ventajas con respecto a la cirugía tradicional son fundamentalmente la reducción del tiempo de ingreso del paciente y su rápida recuperación
Según un informe que publica la revista Vivir con Júbilo, desde hace varios meses algunos hospitales de nuestro país están llevando a cabo una nueva técnica quirúrgica mínamente invasiva para la prótesis de cadera, cuyas principales ventajas con respecto a la cirugía tradicional son fundamentalmente la reducción del tiempo de ingreso del paciente y su rápida recuperación.
La cirugía mínamente invasiva ha comenzado a utilizarse en nuestro país en las intervenciones de prótesis de cadera, una operación a la que se someten cada año en nuestro país alrededor de 16.000 personas con un elevadíso centaje de éxito. Sin embargo, la técnica tradicional presenta algunos inconvenientes que se han superado gracias a la aparición de este novedoso procediento.
A la hora de plantar una prótesis de cadera con la nueva técnica, la incisión que se realiza es de 6 y 10 centímentros, frente a los 15 y 30 de la cirugía convencional. “Consiste básicamente en plantar la prótesis haciendo una incisión muy pequeña al paciente”, comenta el doctor Ángel Villamor, de la clínica IQtra. “Esto permite reducir significativamente el tiempo que dura la intervención y, tanto, posibles riesgos. Además, y puesto que la agresión quirúrgica es menor disminuye también el dolor postoperatorio y, con ello, la medicación necesaria”.
En cuanto al tiempo de estancia en el hospital, los pacientes que se someten a la cirugía mínamente invasiva de prótesis de cadera suelen permanecer ingresados entre 24 y 48 horas frente a los 5 a 7 días si se trata de una intervención convencional.
Otras ventajas de la nueva técnica son la agilización del tiempo de recuperación (el paciente recupera su actividad normal a las 3 ó 4 semanas frente a los 2 ó 3 meses que se tarda con la cirugía convencional); la reducción de la necesidad de ayuda de bastones o muletas de apoyo (2 semanas frente a 1 ó 2 meses) y, desde el punto de vista estético, es tante señalar la discreción de la cicatriz resultante.
“El 90% de los pacientes solicitan andar el mismo día de la cirugía. Además, la recuperación de los pacientes se puede agilizar aún más si éstos se someten a unas sesiones de rehabilitación previas a la intervención”, asegura Carolina Fernández, fisioterapeuta de la clínica IQtra.
No pueden beneficiarse de esta técnica, sin embargo, las personas con obesidad severa ni quienes sufran displasias congénitas. Aunque se trata de un técnica que todavía llevan a cabo muy pocos especialistas en España, las previsiones apuntan a que se irá poniendo progresivamente.
La nueva técnica mínamente invasiva, también utilizada para la prótesis de rodilla, se realiza entre otros centros sanitarios, en el Hospital Puerta del Hierro (Madrid), la clínica IQtra (Madrid), el hospital universitario Santa Cristina (Madrid), el sanatorio San Francisco de Asís (Madrid) y el hospital Clínic (Barcelona).










