Buscar el lado positivo de las cosas ayuda a sentirnos mejor, hace surgir sentientos de bienestar y prociona fuerza y energía para enfrentarnos a las situaciones difíciles. Fijarse en las cosas buenas de la vida es una actitud, que puede ser cultivada y trabajada.
Buscar el lado positivo de las cosas ayuda a sentirnos mejor, hace surgir sentientos de bienestar y prociona fuerza y energía para enfrentarnos a las situaciones difíciles. Fijarse en las cosas buenas de la vida es una actitud, que puede ser cultivada y trabajada.
Veamos algunas pautas:
- Cuando percibos algo como exclusivamente negativo, dudemos de ese pensamiento. Ha de haber algún modo de hallar algo positivo a la situación o, al menos, a relativizar su gravedad.
- Cuando nos veamos atrapados en un callejón sin salida, no reaccionemos inmediatamente. Detengámonos, reflexionemos y busquemos alternativas.
- Hagamos frecuentemente inventario de todo lo bueno que tenemos, que es mucho. Recordemos cuántas personas están peor que nosotros.
- Escuchemos a quienes nos quieren y nos valoran tal y como somos.
- Utilicemos pensamientos constructivos: “quiero”, “puedo”,”soy capaz”.
- Recordemos situaciones a las que respondos positivamente.
- No aceptemos pensamientos como “a mis años no puedo cambiar”.
- Admitamos nuestros errores. Sólo quien se equivoca está vivo de verdad.
Los que nunca se equivocan, cometen la mayor de las equivocaciones que no asumen riesgos: consciente o inconscientemente, se han rendido…










