Un centaje elevado de la población tendría problemas para definir correctamente a un médico especialista en medicina interna. La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) es consciente de esta circunstancia y así se recoge en el “Estudio Socioprofesional sobre la Medicina Interna”, presentado hoy y que supone una completa radiografía de esta especialidad médica en nuestro país.
Un centaje elevado de la población tendría problemas para definir correctamente a un médico especialista en medicina interna. La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) es consciente de esta circunstancia y así se recoge en el ‘Estudio Socioprofesional sobre la Medicina Interna’, presentado hoy y que supone una completa radiografía de esta especialidad médica en nuestro país.
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En la agen, de izquierda a derecha: D. ALFREDO del campo, Sociólogo, coordinador del Proyecto; Dr. Miguel Ángel González de la Puente, Presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI); Dra. blanca pinillas Secretaria General de la SEMI y del Servicio de Medicina Interna del Hospital Gregorio Marañón de Madrid; y Dr. ramón castellana, Responsable del Área Cardiovascular de Novartis Farmacéutica. |
El estudio ha constado de 4 fases, que comprenden análisis cualitativo, recogida documental y análisis de datos, encuesta de opinión entre médicos y encuesta prospectiva (estudio DELPHI).
La definición que da la propia SEMI sobre su especialidad recoge las numerosas funciones que llevan a cabo estos especialistas. La Medicina Interna, se puede leer en el documento es “una especialidad médica troncal de ejercicio fundamentalmente hospitalario que ofrece a los pacientes adultos una atención integral de sus problemas de salud. Utiliza un abordaje médico en la prevención, diagnóstico, indicación terapéutica y seguiento de las enfermedades del adulto, incluyendo también su rehabilitación y paliación.”.
Sin embargo, la sociedad no es consciente de este papel y puede confundir al internista con un médico de cabecera o un especialista “de todas las especialidades”. Algunos datos incluidos en el informe, que pueden ayudar a acabar con este desconociento, son que los internistas gestionan el 15% del total de las altas hospitalarias, más que cualquier otra especialidad, con una mayor estancia media que el total y una mayor complejidad de los casos. Así, el peso de los procesos de hospitalización representa un índice tres veces mayor que el total del área médica y es más del doble que especialidades clásicas como cardiología y neurología.
Además, la Medicina Interna es la especialidad más eficiente en términos económicos. Para hacer esta afirmación, los autores del informe se remiten a los datos: los internistas gestionan 1.470 millones de euros; de ellos, 1.200 millones son costes hospitalarios, más que cualquier otra especialidad y, sin embargo, el coste proceso es de 2.166 €, inferior a la media.
La gran repercusión desde el punto de vista social, sanitario y económico de las enfermedades crónicas atendidas los internistas ponen de relieve la tancia de este profesional. Así, los procesos más frecuentes atendidos los internistas son los que afectan al aparato respiratorio y al área vascular en sus distintas vertientes aguda y crónica, de causas infecciosas, metabólicas, degenerativas, ligadas a hábitos tóxicos y medioambientales. También las patologías digestivas y los grupos relacionados con trastornos de los hematíes son objeto preferente de su atención.
Sin embargo, según las principales conclusiones del trabajo, la Medicina Interna sufre una crisis de identidad, además de una falta de conociento exterior, que genera una disminución de la demanda y de reconociento parte de los pacientes, gerentes y administraciones.
Más médicos internistas
Entre otros datos, el informe pone de manifiesto la necesidad de que aumente el número de médicos internistas. Actualmente, se puede estar que ejercen en España entre 4.000 y 4.500 internistas. Sin embargo y, de cara al futuro, se debería proceder al reemplazo de entre 1.400 y 1.600 posibles jubilaciones durante los próxos diez años, tan sólo para mantener la situación actual.
No obstante, el manteniento de la situación actual no parece ser lo idóneo para cubrir las necesidades médicas de la población española. Según se subraya en una de las conclusiones del informe, “la evolución previsible de la epidemiología y demanda asistencial en los próxos 10 años, que supondrá un mayor envejeciento, una mayor pluripatología, una mayor cronicidad y, en consecuencia, una mayor continuidad de tratamientos” justifica plenamente la demanda de aumentar el número de especialistas en medicina interna, tanto en número de dotación de plazas como de Médicos Internos Residentes (MIR) de internistas.
Además, la eficiencia de la medicina interna económicamente hablando hace que un aumento de estos especialistas suponga “un ahorro para el sistema sanitario nacional, especialmente en los hospitales comarcales donde el internista atiende a pacientes de diversas patologías”.
El papel de los médicos internistas en las áreas de urgencias es otra de las razones para aumentar su número. El 72% de estos especialistas realizan actividades en los servicios de urgencias o coordinan los mismos, suponiendo la actividad con mayor potencial para los internistas.
Existen otras actividades a las que se dedican los especialistas en medicina interna pero no en todos los hospitales y que, si se produjera un eventual aumento de internistas, podrían ser realizadas en todos los centros médicos, según reconocen los propios especialistas entrevistados en el Estudio Socioprofesional sobre la Medicina Interna’. Así, el trabajo en las unidades de paliativos lo realizan el 63% de internistas, aunque lo hacen significativamente más en los hospitales de área con un mayor número de camas internista y entre médicos con pacientes con elevada multipatología. Las consultas en ambulatorios y/ o fuera del hospital ocupan al 62% de estos profesionales, aunque las llevan a cabo más en hospitales donde el número de camas internista en mayor.
Por últo, la coordinación de equipos multidisciplinares y de Atención praria la llevan a cabo más de la mitad de los internistas, sobre todo en los hospitales de área.
Asismo, el estudio releva el alto grado de satisfacción del internista con su labor: “el grado de satisfacción con su profesión es muy alto, se está muy orgulloso de ser médico internista; son los aspectos laborales y organizativos o de planificación sanitaria los que ensombrecen el cla profesional, como demuestra el hecho de que las peores relaciones sean con las gerencias hospitalarias y las mejores con otras especialidades clásicas”.
Futuro de la Medicina Interna
En definitiva, el internista se perfila como un elemento integrador en la asistencia al paciente, mejorando con ello la calidad asistencial. La tendencia será desarrollar nuevos papeles y funciones como los cuidados paliativos, la asistencia domiciliaria o la coordinación de urgencias.
En este sentido, la Medicina Interna va a tener un creciente y relevante papel en algunos de los más tantes retos y necesidades del sistema de salud. Entre ellos destacan la tancia que va a tener la Medicina Interna en la disminución de la estancia hospitalaria, sin disminuir ello la calidad asistencial, integrando y coordinando los tratamientos en los pacientes ancianos con comorbilidad. También crecerá el papel del médico internista en la mejora de los circuitos que sigue el paciente (praria, ambulatorio, hospital) y en los procesos de deshospitalización o de atención domiciliaria. Otra actividad en la que la Medicina Interna ejercerá una notable influencia se refiere a la mejora de la eficacia en la gestión y coordinación de las urgencias hospitalarias y finalmente cabe destacar también el tante papel del médico internista en la formación médica en el hospital.











