El V Congreso Internacional sobre la dieta mediterránea, que se celebró en Barcelona la pasada semana, tuvo como principales objetivos procionar información científica actualizada sobre la dieta mediterránea, comunicar sus beneficios para la salud e pulsar políticas para asegurar su supervivencia y promoción. Pero ¿qué sabemos realmente sobre la famosa dieta mediterránea? ¿Cuáles son los hábitos alenticios de los jóvenes españoles? Un estudio realizado PRNoticias, entre los universitarios madrileños, demuestra que los hábitos alenticios han cambiando y lo han hecho para mal…
El V Congreso Internacional sobre la dieta mediterránea, que se celebró en Barcelona la pasada semana, tuvo como principales objetivos procionar información científica actualizada sobre la dieta mediterránea, comunicar sus beneficios para la salud e pulsar políticas para asegurar su supervivencia y promoción. Pero ¿qué sabemos realmente sobre la famosa dieta mediterránea? ¿Cuáles son los hábitos alenticios de los jóvenes españoles? Un estudio de PRNoticias, realizado entre los universitarios madrileños, demuestra que los hábitos alenticios han cambiando y lo han hecho para mal…
PRNoticias ha preguntado a cuarenta universitarios madrileños sobre sus hábitos alenticios. Veinte chicos y veinte chicas de la Universidad Complutense, de la Autónoma y de la Carlos III nos han atado datos poco esperanzadores.
En prer lugar cabe decir que aunque todos ellos han oído hablar en múltiples ocasiones de la dieta mediterránea, un centaje significativo (12’5%) no ser capaz de definir en que consiste.
Las mujeres siguen más que los hombres los aconsejables hábitos de la dieta mediterránea, pero más de la mitad reconocen que lo hacen una cuestión estética (no engordar) más que salud.
Lo que resulta preocupante es que el 72’5% afirma consumir “comida basura” (sobre todo hamburguesas) una media de dos veces semana y sin embargo no hacen lo mismo con las legumbres ni con el pescado. Estos dos alentos gozan de muy poca aceptación entre los jóvenes y están a la cola en la lista de preferencias. Los preros tres lugares lo ocupan: las hamburguesas, la pasta y la pizza.
Un 37’5% toma fruta y verdura menos de tres veces semana, algo fundamental para una dieta equilibrada. Si a esto le añados que más del 60% lleva una vida sedentaria (más las mujeres que los hombres) el problema se agrava.
Está comprobado que la dieta mediterránea contribuye a disminuir el riesgo de padecer patologías crónicas como son las enfermedades del corazón, el cáncer, la obesidad y la diabetes, así que vayan tomando nota sobre cómo debe ser una dieta sana y equilibrada.
Alentos de la dieta mediterránea:
Aceite de oliva: tiene un 80% de ácido oleico (monoinsaturado) y un 14% de ácidos grasos saturados. Los ácidos grasos monoinsaturados aumentan la diferencia entre el colesterol HDL y el LDL, siendo el prero un protector frente a las placas de ateroma en las arterias. Además el aceite tiene gran cantidad de vitamina E, de gran tancia antioxidante.
Legumbres: La presencia de nutrientes tan variados como proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono complejos, vitaminas, minerales, fibra y un escaso contenido graso, confieren a las legumbres una gran tancia, así como un elevado interés nutricional de ser utilizadas en la alentación humana.
Frutos secos: aparte de grasas, son fuentes ricas en antioxidantes (vitamina E y selenio), minerales y fibra.
Pasta: teniendo en cuenta que la pasta se elabora a partir del trigo, es indiscutible su valor nutritivo, y éste aumenta en las pastas elaboradas con huevo.
Cereales: contienen la mayor parte de los llamados “aminoácidos esenciales” así como numerosos minerales: silicio, fósforo, azufre, cloro, sodio, potasio, magnesio, hierro y flúor. También atan vitaminas, fundamentalmente E y algunas del grupo B.
Frutas: alto ate de vitaminas, minerales, fibra y agua, y un bajo contenido energético
Verduras: son pobres en grasa y proteínas pero constituyen un concentrado de fibra, hidratos de carbono, vitaminas y minerales.
Derivados lácteos: nutricionalmente los productos lácteos son excelentes fuentes de proteína de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo, potasio) y de vitaminas (vitamina A, D, riboflavina, ácido fólico y vitamina B12).
Pescado: contiene una gran cantidad de proteínas de alto valor biológico e incluso de mayor valor biológico que la ca, además nos atan todos los aminoácidos esenciales y en cantidades adecuadas. El pescado graso es un alento energético y es una de las fuentes principales de ácidos grasos omega3.
El vino, si se toma con moderación, también es un hábito saludable que se puede encuadrar dentro de la dieta mediterránea.
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