En la Tierra a miércoles, diciembre 17, 2025

Condones de ganchillo

En mi época de médico rural, una de las mejores de mi vida, cuando el alcalde, el cura la Guardia Civil y un servidor teníamos cierta autoridad y éramos las fuerzas vivas del pueblo, conocí a Doña Mercedes.

Doña Mercedes era una mujer de pueblo, sin querer ser un calificativo de desprecio o humillación, de lo antiguo, de en casa con la pata quebrada pero a la hora de echar una mano en el campo allí estaba ella doblando el espinazo.

Me extrañó mucho ver a Doña Mercedes un día en el consultorio esperándome, cuando le tocó su turno pasó, estaba muy nerviosa e intentaba no mirarme a los ojos, saco fuerzas y me dijo:

Don Luis, que otra vez estoy esperando…..

Doña Mercedes tenía ya 12 retoños, bien criados y sanos, pero eran 12, yo no sabía si tenerla envidia (a mi mujer y a mi siempre nos hubiera gustado tener mas niños, pero solo tuvos 2) o pena ya que me aginaba lo que sería tener 12 churumbeles danzando alrededor tuyo. Como no sabía que decir deje a Doña Mercedes que siguiera hablando:

Don Luis es que ya no puedo mas, estoy mayor para empezar de nuevo…….

Bueno Doña Mercedes, no se preocupe, le dije,ahora ya es tarde, sacaremos este embarazo adelante y después tomaremos medidas para que no vuelva a ocurrir.

Muchas gracias Don Luis, pero es que mi marido y yo ya tomamos medidas y no sabemos que hacer.

Me quede sorprendido, nunca receté a Doña Mercedes anticonceptivos, ni ellos me pidieron consejo (de eso estoy seguro pues con el carrerón que llevaban, si les hubiera aconsejado, estaría en el pilón del pueblo).

Intentando, no mostrar mi sorpresa, pregunté a Doña Mercedes:

¿Bueno y cuál es el método que ustedes usan?

El condón, Don Luis, el condón.

Aquí si que no puede contener mi sorpresa, usan preservativo y tienen 12 hijos…

Bueno doña Mercedes, esto no pude ser, algo tienen que hacer mal Usted y Don Alfredo, a lo mejor se lo coloca mal, o tarde, pueden ser muchas cosas…

No Don Luis lo hacemos todo correctamente, e incluso después e usarlo lo lavo y lo tiendo al sol.

Esta vez si, se me salieron los ojos de las órbitas.

¿Qué lo lava y lo tiende? Pero si son de un solo uso. Usar y tirar Doña Mercedes.

No, Don Luis, esos son los de la farmacia, los que usamos mi marido y yo, los he hecho yo de ganchillo, nuestras posibilidades económicas no son muy buenas y no podemos gastar mucho dinero…

Hoy he leído en el periódico que la infección el virus VIH en nuestro país ha disminuido un 10%, pero seguos siendo uno de los países de Europa con mayor tasa de infección y además la tortilla se ha dado la vuelta, antes era característica de heroinómanos (meterse el pico en malas condiciones de higiene, etc) y ahora es fundamentalmente mantener relaciones sexuales sin protección y sobretodo varones y en relaciones heterosexuales. Una pequeña parte del problema corresponde al usuario ibérico, la prisa de que he ligado, el aquí te pillo aquí te mato, que no es lo mismo con que sin, que si voy a la farmacia se me quitan las ganas, etc. y de la usuaria no exigir y digo bien aunque no sea romántico, exigir en las relaciones sexuales “no seguras” el uso del preservativo. Pero la culpa no es sólo nuestra, la mayor parte está en la falta de educación en Salud Pública que nuestros ministros de sanidad, consejeros, asesores, gerentes de área, coordinadores de salud, médicos, educadores, etc. no parten a la población española.

Seguos siendo uno de los países que menos invertos en los pilares básicos de la Salud Pública, la salud de todos nosotros, invertos poco en prevención e invertos poco en promoción de la salud. Invertos mucho en tecnología médica y en grandes hospitales y especialidades pero no invertos apenas en lo básico.

No estamos en los años 70 utilizando el preservativo de ganchillo, estamos en el siglo XXI y todavía esta vigente el PonteloPonselo, eduquemos más y mejor y eduquemos desde abajo, desde las escuelas, eduquemos en salud, hagámoslo como mejor sea para nuestra población. Que hay que regalar preservativos, pues regalemos preservativos, pongamos en las pantallas luminosas de las carreteras avisos diciendo “cada año mueren 1.000 personas de SIDA”, “El SIDA también mata”, “El sexo no seguro se cobra muchas vidas al año”. Destinemos más dinero en educación y prevención y seguiremos reduciendo la mortalidad de esta gran epidemia mundial.

Dejemos de tratar a la gente como ignorantes y démosles información. Hace mucho que Doña Mercedes está en el cielo (que en paz descanse) y cuando le expliqué el buen uso del preservativo, no volvió a quedarse embarazada. Si explicamos sin tapujos, sin intereses religiosos, políticos, económicos, etc. como se debe realizar el sexo seguro, dentro de no muchos años el SIDA será un cuento de terror de Stephen King.

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