La incertidumbre e inseguridad reina entre los trabajadores del Grupo Intereconomía. Según ha podido saber PRNoticias de fuentes muy solventes dentro de la empresa, la plantilla discrepa los recortes de personal realizados en todas las áreas del Grupo el recién fichado director general Carlos Lapuente. Y los recortes pueden seguir: Época es uno de los medios para los que se plantea un plan de reducción de personal progresivo y la revista Trámite Parlamentario podría ser la próxa en cerrar.
La incertidumbre e inseguridad reina entre los trabajadores del Grupo Intereconomía. Según ha podido saber PRNoticias de fuentes muy solventes dentro de la empresa, la plantilla discrepa los recortes de personal realizados en todas las áreas del Grupo el recién fichado director general Carlos Lapuente. Y los recortes pueden seguir: Época es uno de los medios para los que se plantea un plan de reducción de personal progresivo y la revista Trámite Parlamentario podría ser la próxa en cerrar.
A estos problemas se suma el revés que ha sufrido recientemente el área de producción audiovisual del Grupo, ya que han sido rescindidos contratos vigentes con Telemadrid lo que, según informaciones llegadas hasta nuestra redacción, ha obligado a los despidos de parte de los profesionales que trabajaban en está área de televisión. No obstante, los empleados piensan que lo peor está venir.
El comentario más generalizado que circula entre los empleados de Intereconomía es que este proceso de recortes no obedece exclusivamente a un ahorro de costes, sino que es el prer paso para quitar peso a una compañía que ya está en venta. Para ello Carlos Lapuente, ha sido nombrado Julio Ariza, exclusivamente para que aligere la plantilla (una tarea silar a la que cumplía Jorge Valdano en el Real Madrid).
Época es uno de los medios para los que se plantea un plan de reducción de personal progresivo. La revista Trámite Parlamentario podría ser la próxa en cerrar y Julio Ariza parece ahora más centrado en Alba en cuyo equipo de dirección el ambiente no es bueno. Incluso los redactores perciben que las cosas no marchan bien ante las continuas injerencias que se comenten sobre los directivos.
Hemos podido saber que ha habido gran división de opiniones sobre el lanzamiento con Alba de una pulsera promocional que identifique a los católicos (estilo pulsera de las Olpiadas 2012 de Marca), medida que no ha caído nada bien en buena parte de la redacción y del equipo de dirección que, no obstante, enmudece ante las continuas presiones de Ariza y el miedo puesto el mobbing detectado contra empleados del grupo en varias de sus áreas.
