Diez mil empleados, 18 millones de clientes… son muchas personas a las que llegar, y de manera efectiva. Ya no basta con la tradicional revista o la más novedosa Intranet: deben ser herramientas al servicio del director, el verdadero motor de la comunicación interna. El trato humano frente a la frialdad de la red.
Diez mil empleados, 18 millones de clientes… son muchas personas a las que llegar, y de manera efectiva. Ya no basta con la tradicional revista o la más novedosa Intranet: deben ser herramientas al servicio del director, el verdadero motor de la comunicación interna. En definitiva: el trato humano frente a la frialdad de la red.
Esto es lo que se desprende de la ponencia de Esther Castaño, la prera de la tarde. Iberdrola entiende que la comunicación interna llega mejor a través de la comunicación entre empleado y directivo inmediato, y ello puso en marcha hace más de cuatro años el Programa Comparte, en el que los empleados tienen la ocasión de expresar sus quejas u opiniones a los pesos pesados de la compañía. Todo ello se intenta hacer de una manera dinámica y liviana.
Así, nos encontramos ante otra manera de enfocar la comunicación interna, una visión que nos adelantaba Jesús Frej en la sesión de la mañana: la comunicación es tarea de todos.










