En la Tierra a sábado, diciembre 20, 2025

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Ser mujer joven y tener antecedentes familiares de anorexia, bulia, trastornos depresivos, obsesivos o alcoholismo son algunos de los factores de riesgo. Pero también hay una serie de factores desencadenantes.

Ser mujer joven y tener antecedentes familiares de anorexia, bulia, trastornos depresivos, obsesivos o alcoholismo son algunos de los factores de riesgo. Pero también hay una serie de factores desencadenantes que conviene tener en cuenta.

 

  • Ser mujer joven.
  • Tener antecedentes familiares de anorexia, bulia, trastornos depresivos, obsesivos o alcoholismo.
  • Sufrir previamente un problema de obesidad (o splemente algo de sobrepeso).
  • Poseer determinados rasgos de carácter: ser perfeccionista, excesivamente responsable para la edad o situación, sufrir de inseguridad, tidez o introversión, o tener una baja autoesta.

 

 

LOS FACTORES DESENCADENANTES de la enfermedad suelen ser uno o varios de los siguientes:

 

  • Haber ganado peso recientemente y estar a régen.
  • Padecer alguna enfermedad que dificulte o pida comer durante unos días (amigdalitis, gastroenteritis, etc.).
  • Haber incrementado el ejercicio físico.
  • Recibir críticas sobre el tipo o el peso, en cualquier ambiente.
  • Tener que enfrentarse a situaciones nuevas o difíciles, perder a seres queridos, encontrarse en situaciones de aislamiento o soledad.
  • Los factores sociales que predisponen a la enfermedad, e incluso la desencadenan, son muchos y muy complejos.
  • La presión social y mediática que existe en torno a la línea y el adelgazamiento tiene un papel decisivo en la aparición y desarrollo de la enfermedad.
  • La moda y la publicidad incitan más frecuentemente a adelgazar que a mantener una buena salud.

 

 

Los factores predisponentes  interactúan entre si determinando una serie de cambios en la personalidad y conducta que, en la pubertad y bajo el influjo de los factores precipitantes, conducen al deseo de adelgazar mediante la realización de dietas y/o ejercicio físico exagerado, lo que en efecto produce una pérdida de peso progresiva.

 

La desnutrición resultante provoca trastornos mentales que refuerzan el deseo de seguir adelgazando, instaurándose de esta manera un terrible círculo vicioso psíquico del que es muy difícil escapar.

 

 

 

                                                                                                Fuente: WANBULA

 

 

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