Existen muchas cosas que la familia puede hacer para prevenir los trastornos alentarios. Ayudarles a construir su autoesta y enseñarles a comunicar, son algunas de ellas…
Existen muchas cosas que la familia puede hacer para prevenir los trastornos alentarios. Estas son algunas de ellas:
- Construye la autoesta de tus hijos. Incítales a descubrir sus posibilidades, pero no te pases la vida diciéndoles lo mucho mejores que podrían ser.
- Acepta a tus hijos sin tener en cuenta para nada su peso. Hazles saber que el cuerpo de cada persona es único y valioso. No estaría mal que aceptases tu propio aspecto prero, para ser convincente.
- Enseña a tus hijos a comunicarse con firmeza y aliéntales a defender sus ideas y opiniones. Tus hijos necesitan ser capaces de resistir las enormes presiones sobre el aspecto físico y el control del peso que provienen de la gente de su edad, los grandes medios de comunicación y de muchos adultos.
- Anímales a la actividad y a disfrutar de la vida. No les hagas sentir culpables pasárselo bien.
- No castigues o premies a tus hijos con comida, ni siquiera cuando son pequeños.
- No les lites la comida a menos que el médico diga otra cosa. Que coman lo que les apetezca y les siente bien.
- Se abierto. Tus hijos pueden ser jóvenes, pero no son en absoluto idiotas. Al igual que puedes explicarle de dónde vienen los niños, puedes hacerles entender las consecuencias negativas de las dietas incontroladas y de la presiones para “tener un cierto aspecto”.
- No lites tus actividades tu aspecto. Si tu te acomplejas, tienes todos los números para que ellos se acomplejen también.
- Enséñales en casa a comer una dieta variada y equilibrada. No recurras a la comida rápida a la prera de cambio.










