La presentación de los datos del estudio EPIRCE así como de las nuevas estrategias para mejorar el control de la insuficiencia renal crónica han centrado la II Conferencia Internacional New Insights: progresión de la enfermedad crónica renal que se ha celebrado estos días en Barcelona.
La presentación de los datos del estudio EPIRCE así como de las nuevas estrategias para mejorar el control de la insuficiencia renal crónica han centrado la II Conferencia Internacional New Insights: progresión de la enfermedad crónica renal que se ha celebrado estos días en Barcelona, organizada la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y la Asociación Europea Renal, con la colaboración de Amgen y en la que han participado más de 450 nefrólogos europeos.
Beneficios renales de una vida saludable
Según el Dr. Ángel Luis Martín de Francisco, presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), “los objetivos fundamentales de esta Conferencia Internacional han sido actualizar los conocientos que tenemos los nefrólogos sobre la progresión de la enfermedad renal. Además, esta reunión forma parte de la labor de la SEN con respecto a la formación continuada de sus miembros, en este caso con ponentes de prera línea mundial. Por su relevancia, lo presentado en esta reunión tendrá una tante divulgación internacional“.
El propio presidente inauguró esta reunión internacional abordando el tema de los beneficios renales de una vida saludable. “La vida saludable es buena para el corazón y los vasos sanguineos. Todos sabemos lo malo que es estar obeso, tabaco, hipertensión… Al riñón le pasa algo silar. Todos los factores de riesgo cardiovascular, afectan igualmente al riñón, que es el órgano más vacularizado del organismo“, ha comentado el nefrólogo.
La temática de New Insights II ha ido dirigida hacía la discusión de los ultos avances en los mecanismos que deterioran la función del riñón y su tratamiento. El tema más relevante ha sido el daño vascular, con todos su mecanismos, que afectan al riñón, además de otros órganos. Se ha hablado igualmente de la diabetes como causa principal de insuficiencia renal crónica terminal que está en avance, y cómo comprender mejor sus mecanismos de acción y su tratamiento.
IRC en aumento
La insuficiencia renal crónica es un problema de salud pública a nivel mundial y cada año se registra un aumento entre el 4 y 5%. Es una enfermedad con mal pronóstico, ya que la mayoría de los pacientes fallecen o precisan diálisis o trasplante. En la actualidad, hay en nuestro país unas 32.000 personas sometidas a diálisis y cada año unas 5.500 personas entran en diálisis. La supervivencia de este grupo de población a los cinco y diez años se sitúa en el 34% y en el 12%, respectivamente. La tasa de hospitalizaciones es de 14 días año/paciente y los costes directos del tratamiento de la IRC superan al año los 800 millones de euros.
La IRC es además uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. “Así, ha explicado el Dr. Martín de Francisco, muchos de los pacientes que desarrollan algún grado de insuficiencia renal crónica fallecen incluso antes de llegar a diálisis un infarto de miocardio o una hemorragia cerebrovascular sin que se llegue a sospechar la presencia de esa insuficiencia renal”.
Factor de riesgo cardiovascular
“En general, los profesionales sanitarios y la población identifican la hipertensión arterial, el tabaco o el sedentarismo como factores de riesgo para sufrir una enfermedad cardiovascular ha señalado el Dr. Joan Fort del servicio de Nefrología del Hospital Vall d’ Hebron, que ha presentado en la II Conferencia los últos datos disponibles sobre la enfermedad crónica renal como factor de riesgo cardiovascular. Sin embargo, poco o nada se conoce sobre la relación directa entre insuficiencia renal y aparición de accidentes cardiovasculares, aunque el riesgo vascular en pacientes con insuficiencia renal está aumentado 20 veces en relación a una persona normal, siendo además la principal causa de mortalidad en este grupo de enfermos. Así, una persona con insuficiencia renal de 30 años tiene el mismo riesgo de fallecer que una persona sana de 65 años; incluso una persona con problemas renales moderados presenta un alto riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular”.
Ante la alta morbortalidad asociada a la insuficiencia renal, los especialistas reclaman la adopción de medidas encaminadas a un diagnostico precoz de la enfermedad, “en especial en los grupos de riesgo: hipertensos, personas mayores y diabéticos”, ha apuntado el nefrólogo, y en el control de los posibles factores de riesgo cardiovascular.
En este sentido, el Dr. Fort destaca la anemia como uno de los principales problemas de los pacientes con insuficiencia renal. “El déficit de la función renal genera, entre otras consecuencias, una disminución en la secreción de una hormona, la eritropoyetina, encargada de estular en la médula ósea la formación de los glóbulos rojos lo que se traduce en la aparición de la anemia que afecta a un parte tante de los pacientes con insuficiencia renal”. En opinión de este nefrólogo, “de igual manera que se trata la hipertensión en estos pacientes, se debe corregir esta anomalía con tratamientos eficaces como los agentes estulantes de la eritropoyesis”. “Asismo, es tante la corrección del déficit de hierro, prescindible para la formación de hematíes. Por otra parte, las alteraciones del metabolismo calciofósforo, que se manifiestan a partir de la pérdida del 50% de la función renal, constituye otro de los factores tantes de riesgo cardiovascular su plicación en las calcificaciones vasculares y valvulares y su relación la alta morbortalidad de esta población”.
Estudio EPIRCE
En Cataluña se va poner en marcha en los próxos meses el estudio EPIRCE (Epidemiología de la Insuficiencia Renal Crónica en España) en el que participarán entre 1.300 y 1.500 pacientes. Este estudio que también se desarrolla en el resto de las comunidades autónomas, es el prero diseñado para conocer la prevalencia de la IRC y los factores de riesgo asociados a su aparición como nivel económico, consumo de tabaco, ocupación, antecedentes familiares, etc. Sobre la base de los resultados, se espera poder establecer una serie de medidas preventivas encaminadas a disminuir su incidencia y su elevada morbortalidad.
“La información que se obtenga del estudio será muy útil para conocer la población con riesgo de desarrollar IRC avanzada y desarrollar medidas preventivas orientadas a reducir la morbortalidad de esta enfermedad”, ha afirmado el presidente de la Sociedad Española de Nefrología.
Según este experto, las medidas deberían ir encaminadas, un lado, a concienciar a los profesionales sanitarios “principalmente médicos de atención praria de la tancia de la detección precoz de la insuficiencia renal crónica con métodos sencillos y a la opinión pública informarles sobre la necesidad de mantener una vida sana. Hay que trasmitirles la tancia de seguir una serie de hábitos de vida saludables –restricción uso de sal, abandono del tabaco, sobrepeso, sedentarismo para evitar ese daño renal. Nuestro objetivo, prevenir su aparición y, en los casos en que se manifiesta, retrasar la progresión”










