El sector ‘Turismo’ se desarrolla a un ritmo del 10% anual, y los alojamientos rurales se han triplicado en cinco años. Muchas de esas casas y hoteles rurales obedecen a un espíritu indómito y aventurero de sus propietarios, como es el caso de Francisco Javier Díaz Aparicio y su esposa, Milagros Santelesforo, que abandonaron la vorágine madrileña la bucólica Cantabria rural.
La España de interior enseña los dientes a la de la costa. El sector “Turismo” se desarrolla a un ritmo del 10% anual. Los alojamientos rurales han pasado en poco más de cinco años de 30.000 a 90.000. Y muchas de esas casas y hoteles rurales obedecen a un espíritu indómito y aventurero de sus propietarios. Es el caso de Francisco
De Presidente del Círculo de Abogados Penalistas de Madrid, Javier ha pasado a sus 41 años a vivir en una aldea de poco más de treinta habitantes y a ofrecer habitaciones gratis en su Hotel con Encanto de cuatro estrellas.

¿La decisión de abandonar Madrid fue dolorosa o deseada?
Una mezcla de ambas sensaciones. Desde niño había disfrutado en el campo como en ningún otro sitio. Siempre anhelaba que esos copos de nieve que caían en Reinosa los domingos, antes de volver a Madrid, hicieran el milagro de obligarnos a permanecer en Campoo unos días más. Que el coche no arrancara o que las carreteras estuvieran cerradas eran sueños recurrentes.
Cuando tuvos a nuestro segundo hijo decidí cambiar el derecho la familia. Y el Sur de Cantabria era un medio para lograrlo.
¿Y cómo se puede dormir gratis en La Casa de las Brujas?
Acogiéndose a la promoción de “dormir es gratis”. Entendos que para llegar a los clientes hay dos medios: gastar fortunas en publicidad o ingenio. Quien viene en temada baja (Pravera u Otoño) tiene un premio a cambio de que le cuente a otros lo estupendo que es La Casa de las Brujas y el Valle de Campoo. Es un intercambio.
¿Para poder dejar todo es necesario tener un buen colchón?, sobre todo si no se cobra.
Todo no se deja, que las inquietudes de cada uno le acompañan a dónde va. Ahora sigo conectado al Derecho Penal, que ha sido mi pasión, pero lo comparto con La Casa de las Brujas (www.lacasadelasbrujas.com), una novia nueva que me ata energía, ilusión y en definitiva: vida. Por otro lado, el dinero en el campo es mucho menos necesario que en las ciudades, donde todo tiene un coste elevadíso. Y no sólo dinerario, sino personal. Pero desde luego, la inversión en un hotel hay que pagarla. Las promociones tienen su esfuerzo, pero también su recompensa.
¿Es fácil pasar de defender a un asesino a llevar las maletas de un huésped?
Depende del ego de cada uno. Yo he defendido a los mayores delincuentes internacionales y de vez en cuando lo sigo haciendo. Pero no lo hago adquirir una posición social determinada. He disfrutado en un juicio más que en ningún otro sitio. Y además, recibiendo un buen sueldo ello. Pero no he admirado más a un abogado que a un camarero. Ahora le pongo pasión al trato con los clientes de La Casa de las Brujas, como mi mujer, que también es abogado. Y al desarrollo turístico del Sur de Cantabria. Me ocupa mucho espacio en la cabeza. Sigo entrenando el ingenio y me siento reconfortado cuando las cosas salen bien. Aunque sea solamente elegir qué habitación le encaja mejor a un cliente.
¿Qué le hizo más ilusión, ganar el prer juicio que se celebró contra la Ley Corcuera o inaugurar La Casa de la Brujas?
Es como preguntar si me hizo más ilusión el prer hijo o el segundo. Fue una suerte que desde muy joven tuviese asuntos profesionales tantes. El reto de defender y ganar que la Ley de Seguridad Ciudadana, que así se llamaba, era una chapuza, fue un logro para las libertades individuales. Tener a mi familia viviendo en Campoo, en una aldea, es otro reto, pero este hay que renovarlo cada día y no dependo de ningún juez. Profesionalmente lo que más ilusión me hizo fue que condenaran a España en Estrasburgo, en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos un recurso mío. El pleito duró once años. Y alguna absolución de personajes anónos. Las condenas, aunque fuera yo el acusador nunca me han hecho gracia. No he valido para ello.
Ahora, cuando vi La Casa de las Brujas con las cheneas encendidas sentí cumplido un sueño ínto. Ni mejor, ni peor que los del abogado Javier. No cabía en mi dicha, como decía alguien muy querido mi.
¿Hay tanto negocio en el Turismo Rural?
Hay que tener claro que un Hotel con Encanto es una empresa como otra cualquiera, pero que apareja una forma de vida. Desde luego que hay negocio, pero no para todos. Los españoles somos muy buenos clientes y los establecientos de interior se nutren sobre todo de ellos. El matiz está en la originalidad del Hotel, su lujo y/o confort y el medio en el que se ubica. El Turismo rural ha cambiado. Nació como un extra para el que disponía de una habitación que alquilar, mientras tenía otra actividad. Ahora hay establecientos fabulosos, con inversiones millonarias en mitad de la nada. Yo creo que el turista reclama más esto últo y con ese criterio se parió La Casa de las Brujas. Una semana en un sitio así recarga las pilas de cualquiera: piscina, jacuzzi, chenea en las habitaciones, estucos, salones… Y todo en mitad de un valle precioso: Campoo.
Aun así, digamos que da para vivir. Pero otros negocios dan dinero y no dejan vivir. Por eso digo que lleva aparejada una forma de vida.
¿Puede hacerse promoción de una casa rural sin inversión?
Es complicado. No obstante depende de lo que cada uno arriesgue. Nosotros hemos optado enseñar el producto gratis en vez de pagar costosas campañas de publicidad. Creemos más en el boca a boca que en el anuncio tipo. Aunque no lo crea se puede dormir gratis en La Casa de las Brujas en pravera y en otoño, que son temadas bajas Sólo hay que pagar 6 euros la lpieza, cuando la habitación cuesta 85. Es un chollo, pero asumos el coste y evitamos intermediarios. Quien se beneficia es el cliente y a largo plazo nosotros, que nos conoce más público.
¿Y no se queja la competencia?
Hay que intentar convencerles para que se suban a nuestro proyecto. Igual que a los gobernantes, que no nos hacen demasiado caso. Es tante desarrollar prero la comarca y luego los establecientos. Pero uno se encuentra con la desconfianza de propios y extraños.
Entonces, ¿continuamos la conversación en Campoo?
Esa, en Derecho, es una pregunta sugestiva, casi capciosa. Es broma. Un placer charlar y enseñaros el que es para mí el Valle más bonito de España.










