La violencia física o psíquica entre estudiantes comenzó a investigarse en los EEUU, Gran Bretaña y los Países Nórdicos a principios de los setenta. Allí recibió el nombre de bullying. Dan Olweus y Peter Heinemann fueron dos de los preros especialistas en el tema.
La violencia física o psíquica entre estudiantes comenzó a investigarse en los EEUU, Gran Bretaña y los países nórdicos a principios de los setenta. Allí recibió el nombre de bullying. Dan Olweus y Peter Heinemann fueron dos de los preros especialistas en el tema.
Olweus ató una completa definición de este tipo de violencia: “Un alumno se convierte en vícta cuando está expuesto de forma repetida y durante un tiempo a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos. La victización entre iguales es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro al que elige como vícta de ataques repetidos. Esta acción negativa e intencionada sitúa a las víctas en posiciones de las que difícilmente pueden salir sus medios”.
Intencionalidad del agresor, reiteración de la violencia e indefensión de la vícta son, tanto, características sine qua non para incluir un hecho en la categoría de bullying.
En España, las preras investigaciones se llevaron a cabo tiempo después y reflejaron una complejidad añadida: “En prer lugar que para saber de qué hablamos cuándo hablamos de bullying tendríamos que contar con un término en español que fuese la traducción exacta de la palabra anglosajona. Y dicho término no existe. Y en segundo lugar que tampoco hay unanidad en nuestro país a la hora de definir este fenómeno, a la hora de fijar su significado”, explica Ricardo Lucena, licenciado en Ciencias de










