Maciá lo había dicho ya muy claro en 1918 ante el Consejo Permanente de la Mancomunidad: "La autonomía no es bastante, necesitamos la independencia". Luego, ya en 1925 se fue hasta Moscú (se entrevistó con los Comisarios Bujarín y Zinovief) para solicitar ayuda en pos de la República Independiente de Cataluña.
Maciá lo había dicho ya muy claro en 1918 ante el Consejo Permanente de la Mancomunidad: “La autonomía no es bastante, necesitamos la independencia”. Luego, ya en 1925 se fue hasta Moscú (se entrevistó con los Comisarios Bujarín y Zinovief) para solicitar ayuda en pos de la República Independiente de Cataluña”. Después, y huido a Francia, lanzó un empréstito de 8.750.000 pesetas, pagaderas en oro, para financiar el “Ejército de la Independencia de Catalunya”. La propaganda del empréstito se hizo desde el “Butlletí de Catalunya”, que en su número uno decía: “El empréstito catalán que lanzamos hoy es el gesto que pone a la juventud catalana en orden de batalla. Queremos una República Catalana Independiente de España”. En 1930 se fue a Hispanoamérica en busca de “pelas” y en La Habana organizó una Asamblea de Catalanes residentes en Cuba, ante la que leyó el borrador de “su” Constitución. El prer artículo decía: “EL pueblo de Cataluña, en ejercicio del derecho inmanente que le corresponde de darse voluntad propia, y sin injerencias extrañas, su organización política, se constituye en Estado Independiente y soberano y adopta como forma de Gobierno la República”.
Y así llegó la caída de la Monarquía y la proclamación de la República. Corría 1931 y Maciá había fundado ya la “Esquerra Republicana” (marzo)… el 14 de abril, incluso antes de que saliera de España el Rey y el Comité Revolucionario se hiciera con el poder en Madrid y se autoproclamase “Gobierno Provisional”, a las 2 de la tarde, tomó posesión del Palacio de la Plaza de San Jae (todavía sede de la Diputación), izó la bandera republicana y sin más proclamó desde el balcón principal el “Estado Catalán Independiente” : “En nom del Poble de Catalunya proclamo l´Estat Catalá, sota rég d´una República Catalana”…
Y ante el hecho, ya consumado ¿qué hizo el Gobierno Provisional de la República? Alcalá Zamora lo dijo muy claro: si la República nace con una Cataluña Independiente esto dura tres días. Así que inmediatamente envió a tres Ministros del Gobierno a Barcelona (Domingo, D´Olwer y De los Ríos) con un mensaje claro y rotundo: Autonomía sí; Independencia, nunca. Y cuando el prepotente “President del Estat Catalá Independiente” (ya había nombrado a sus ministros, sus jueces, sus gobernadores y hasta su capitán general) se resistió a dar marcha atrás el socialista De los Ríos le amenazó con la retirada fulminante de la Guardia Civil, el Ejército y la Policía de Cataluña y Maciá se hundió y aceptó retirar el “Estat Catalá” y quedarse como “Gobierno de la Generalitat” y dentro de la República española (“El Estatuto definitivo no se aprobaría hasta septiembre de 1932 y ajustado a la nueva Constitución y previo debate en las Cortes Generales de la Nación”.
La República no se anduvo las ramas al ver en peligro la Unidad de España… y menos lo hizo en octubre de 1934, cuando el sucesor de Maciá, Lluis Companys, aprovechando la guerra política que había estallado en Madrid entre las Izquierdas (el PSOE principalmente) y las Derechas, volvió a sublevarse y a proclamar el Estado Independiente: “En nombre del Pueblo, el Gobierno que presido asume todas las facultades del Poder en Catalunya, y proclamo el Estat Catalá dentro de una República Federal Española Libre”. Porque entonces, y ante la ruptura, otra vez, de la Unidad de España, el Gobierno Central actuó “manu militari”, con la orden terminante al General Batet de declarar el “estado de guerra” y acabar con “aquello” antes del amanecer. Y a Batet le bastaron cien fusiles y cuatro cañones. Companys se rindió de inmediato y junto con sus ministros fueron encarcelaro en el buque “Uruguay”, anclado en el Puerto de Barcelona. (El Ministro Dencás consiguió huir las alcantarillas y se refugió en Francia).
Está claro que los señores CarodRovira, Maragall y Zapatero deberían repasar estas páginas de la Historia. Que una cosa es la Autonomía y otra la Independencia y la ruptura de la Unidad de España: Por que ya se sabe que lo que mal comienza, mal acaba.
(De la guerra civil en Cataluña hablaremos otro día).
Julio MERINO










