Las dos noticias que os contábamos ayer en rigurosa exclusiva son una muestra más de que las cosas en la prensa económica de papel no van bien. La arremetida de los tales económicos que entregan información en tiempo real, tiradas que se reducen progresivamente y anunciantes que van en retirada son ejemplos del agotamiento de este sector que ve en la reducción de platilla la única forma de ajustar los costes y hacer medianamente rentable el negocio.
Las dos noticias que os contábamos ayer en rigurosa exclusiva son una muestra más de que las cosas en la prensa económica de papel no van bien. La arremetida de los tales económicos que entregan información en tiempo real, tiradas que se reducen progresivamente y anunciantes que van en retirada son ejemplos del agotamiento de este sector que ve en la reducción de platilla la única forma de ajustar los costes y hacer medianamente rentable el negocio.
En el caso de Cinco Días, la remodelación de su cúpula directiva obedece a dos motivos principales: un lado, se quiso cubrir con relativa normalidad el puesto dejado Álex Martínez en El País, a quien le va a reemplazar el director de Cinco Días Javier Moreno. Del mismo modo, estos ajustes también son parte de un nuevo giro en el económico de Prisa, un periódico que tras una parable sucesión de directores, nunca ha logrado consolidarse como referencia de la prensa financiera.
Una crisis que también ha pasado factura a los trabajadores, los que hace menos de dos años debieron padecer el despido de 43 compañeros que en ese momento representaban un tercio de la plantilla. Si a esto le sumamos la naciente crisis de Expansión que os explicamos en la noticia que acompaña este artículo, podemos ver que el principal problema en la prensa económica de papel no es la redacción, ni los trabajadores, ni las crisis internas de sus empresas matrices. El gran problema son las ventas.
De todos los periódicos especializados, las ventas de los económicos son las más bajas, no superando los 60.000 ejemplares en el mejor de los casos, según datos de la OJD. Una cifra que baja cada vez más y que lógicamente ha puesto en retirada a los anunciantes, el sustento que cualquier aventura periodística. Nadie sabe que pasará en el futuro con los “salmones” de pago, pero lo cierto es su horizonte pinta con muchos más nubarrones que rayos de sol…
Seguiremos informando…
