Es muy común en viajes largos en coche que los niños se encuentren mareados en algún momento. Se marean más en el coche que en un avión, ejemplo. Esas indisposiciones suelen afectar más a niños mayores de 2 años y constituyen malestares al niño, preocupaciones para los padres, y un riesgo de despiste e incluso de accidente durante el viaje.
Es muy común en viajes largos en coche que los niños se encuentren mareados en algún momento. Se marean más en el coche que en un avión, ejemplo. Esas indisposiciones suelen afectar más a niños mayores de 2 años y constituyen malestares al niño, preocupaciones para los padres, y un riesgo de despiste e incluso de accidente durante el viaje.
Existen niños más y menos susceptibles a los mareos. Hay niños que a solo 30 Km del camino empiezan a vomitar y no paran. Pero todo eso no es motivo para que canceléis el viaje tan esperado.
Existen medidas preventivas efectivas en este sentido. Y aquí tenemos algunas sugerencias:
1 Si el niño es muy pequeño, lo mejor es consultar al pediatra antes de emprender un viaje en coche. Solo él podrá administrar algún producto que pueda reducir los mareos del niño.
2 En caso de niños mayores, es decir, a partir de los 3 años, se les puede dar algún caramelo o chicle que evitan mareos.
3 Intente que el niño se fije en las cosas, paisajes, detalles, del camino. Juegue con él al “veo veo”, a trabalenguas, adivinanzas,… o a cualquier otra actividad que le haga olvidarse del mareo.
4 Entreténgale poniendo alguna música infantil y anímelo a que cante y hable. Cuéntele cuentos.
5 Evite que el niño lea.
6 Mantenga el coche aireado. No fume durante el viaje.
7 Haga una parada cada dos horas para que todos puedan estirar las piernas y renovar el aire.
8 No dé de comer al niño antes del viaje. Eso puede sobrecargar su estómago. Es preferible que él coma alentos secos y ricos en hidratos de carbono. Y que no tome bebidas gaseosas ni leche
9 Durante el viaje, si el niño tiene hambre, ofrézcale alguna galleta, chuchería, pero poca cosa.
10 En caso de que el niño vomite, hágale beber pequeñas cantidades de agua azucarada con frecuencia.
11 Si el niño se duerme, esté preparado con bolsas a mano, si él se despierta con ganas de vomitar.
12 Si el niño devuelve, no se pongas nervioso. No ayudará a que se mejore la situación.
Con estos cuidados, podrás disminuir el riesgo de los mareos.










