Lo prero que debemos hacer es prevenir. Y la manera de hacerlo es preguntándonos cuáles son las necesidades de cada uno de nuestros hijos. Estas necesidades no suelen ser las mismas para todos. No es lo mismo querer que sentirse querido y lo que un padre debe intentar es que su hijo se sienta querido, que su hijo sienta que sus necesidades están cubiertas.
Lo prero que debemos hacer es prevenir. Y la manera de hacerlo es preguntándonos cuáles son las necesidades de cada uno de nuestros hijos. Estas necesidades no suelen ser las mismas para todos. No es lo mismo querer que sentirse querido y lo que un padre debe intentar es que su hijo se sienta querido, que su hijo sienta que sus necesidades están cubiertas.
Tu hijo pequeño puede necesitar un beso antes de irse a la cama, pero puede que el mayor necesite un beso y un abrazo. La solución ante los celos no es tratar a todos igual, cada uno es diferente y se merece ser tratado de manera diferente según sus necesidades.
Si uno de tus hijos siente celos de otro no debes etiquetarlo jamás. A ellos tampoco les gusta tener este sentiento y si tú le haces comentarios como “pero mira que eres celoso” lo único que conseguirás será entrar en un círculo: Él se sentirá peor, culpable, aumentará su inseguridad y, tanto, aumentarán sus celos.
Para empezar analiza si realmente tiene o no motivos para ello. Si no los tiene, no entres en explicaciones racionales. La mayoría de las veces los celos son ilógicos e infundados pero si tratas que el niño se de cuenta de ello volveremos a entrar en el mismo círculo. Lo que debes hacer es que tu hijo se sienta comprendido, no juzgues sus sentientos, trata de llegar al fondo del asunto teniéndolos siempre presentes y haciéndole ver que te ta qué está sufriendo. Aunque la mayoría de las veces es inevitable, intenta no hablar de quién tiene celos, lo principal en ese momento es él.
Procura evitar las comparaciones, tanto entre tus hijos como entre ellos y sus amigos. En las comparaciones siempre hay uno que es “menos que” otro, aunque, supuesto, no sea esa tu verdadera intención. Los celos suelen presentar una mayor intensidad entre niños del mismo sexo y de edades semejantes, ya que la probabilidad de que sean objeto de las “odiosas” comparaciones es mucho más alta que si uno tuviera seis años y el otro diecinueve.
Si tu hijo demuestra sus celos con conductas inadecuadas no intentes disminuir sus sentientos con tu atención, besos o abrazos. Si lo haces aprenderá que siempre que recurre a esas conductas consigue directamente lo que quiere y no se molestará en buscar conductas alternativas y adecuadas para conseguir destacar.
Recuerda que un niño que se siente seguro del puesto que ocupa en la familia no tiene qué sentir celos de nadie. Crear un ambiente familiar en el que siempre esté presente la aceptación y el respeto es una manera perfecta para que tus hijos no tengan celos, y no sólo en el ámbito familiar, sino también fuera de él. No olvides que este ambiente de tranquilidad familiar es muy tante para que la autoesta de tus hijos sea fuerte y segura, cosa que sin duda les ayudará cuando surjan situaciones en las que, es posible, se encuentren en desventaja durante su vida.










