Hay momentos en que los niños desafían los deseos de los padres. Esto es parte de su creciento y prueba de la forma en que los están guiando y de lo que se espera de los adultos. Esta es una forma de aprender y descubrir su propio camino, expresar su individualidad y alcanzar un sentido de autonomía.
Hay momentos en que los niños desafían los deseos de los padres. Esto es parte de su creciento y prueba de la forma en que los están guiando y de lo que se espera de los adultos. Esta es una forma de aprender y descubrir su propio camino, expresar su individualidad y alcanzar un sentido de autonomía. Conforme alcanzan su independencia ganan y comprometen a sus padres en conflictos. Descubren los límites de las reglas de sus padres y su autocontrol.
A veces, sin embargo, estos conflictos se convierten en un problema y pasan a ser la forma normal de interacción entre padres e hijos. La desobediencia puede ser debida a una variedad de causas. En ocasiones, es debida a que los padres esperan una respuesta irracional parte de sus hijos. O puede estar ligada a un trastorno adaptativo del niño, o a problemas escolares, estrés familiar, o conflictos entre sus padres.
En algunas ocasiones, estos niños han demostrado a lo largo de su creciento, un patrón persistente de desobediencia, comenzando en sus preros años. Ellos resisten la autoridad de los padres, desobedeciéndolos. Pueden ser tercos en decirle a sus padres NO cuando le piden hacer algo. En muchas ocasiones, este comtamiento se presenta solamente en el entorno familiar; en otras, es un patrón que se presenta con todas las figuras de autoridad (maestros, niñeras, abuelos). Por supuesto, esta últa situación es más preocupante.
Otros niños que, lo general, son cooperadores y agradables, pueden ser súbitamente irrespetuosos y desobedientes durante alguna etapa de su niñez. Esto puede ser un signo de que están experentando un conflicto interno o de que ha surgido un estresor en su entorno y pueden estar teniendo problemas en el medio escolar o incluso pueden estar siendo víctas de abusos. Su hostilidad recaerá sobre su entorno familiar como blanco inmediato, siendo esta su forma de expresar sus sentientos.
Algunos niños tienen un largo historial de falta de cooperación y desobediencia, convirtiéndose esto en un serio problema, ya que afecta a todo el núcleo familiar, donde se pueden dar situaciones de agresividad verbal o incluso física y la interacción entre los padres y el resto de los hermanos se pueden ver seriamente afectadas. Estos niños desestan la autoridad de sus padres y suelen sentir que ellos desaprueban no solo su comtamiento, sino también a ellos como personas, con lo cual surgirán sentientos de infelicidad y su autoesta se deteriorará enormemente.
El problema se verá agravado la incapacidad de los niños para comunicar lo que les está ocurriendo y las dificultades de los padres para interpretar lo que el niño intenta expresar con este tipo de actitudes. Esta ruptura en la comunicación se presenta si el niño no está recibiendo suficiente atención parte de sus padres, probablemente debido a que éstos centran toda su atención en sus propios problemas sociolaborales.
Para algunos niños, la agresividad y el comtamiento desobediente es una respuesta a la violencia que ven en su familia, donde todas las situaciones difíciles se solventan de la misma manera, y lo tanto los niños repetirán las mismas conductas aprendidas en el entorno familiar.
Muchas familias que tienen niños desobedientes recurren al abuso físico como una de sus técnicas para disciplinarlo, pero el castigo físico lleva a mayor comtamiento agresivo parte del niño, y se establece un círculo vicioso. Los niños que crecen en éste ambiente están expuestos a problemas durante toda su vida, en sus relaciones interpersonales y con todo símbolo de autoridad.
