La Comisión Europea ha acordado realizar fuertes controles a los teléfonos móviles y los mensajes de Intet como una forma de controlar las comunicaciones entre terroristas. Desde su naciento Intet ha sido el medio de la libertad excelencia donde no existen las censuras. Sin embargo, cuando la UE apruebe estos seguientos los ciudadanos europeos deberemos acostumbrarnos a que la policía pueda conservar nuestros correos electrónicos y llamadas de teléfonos móviles al menos un año. Los líderes europeos criticaron en muchas ocasiones el recorte de las libertades en EE UU tras el 11S, hoy Europa está a las puertas de vivir situaciones silares, según los detractores de la medida.
La Comisión Europea ha acordado realizar fuertes controles a los teléfonos móviles y los mensajes de Intet como una forma de controlar las comunicaciones entre terroristas. Desde su naciento Intet ha sido el medio de la libertad excelencia donde no existen las censuras. Sin embargo, cuando la UE apruebe estos seguientos los ciudadanos europeos deberemos acostumbrarnos a que la policía pueda conservar nuestros correos electrónicos y llamadas de teléfonos móviles al menos un año. Los líderes europeos criticaron en muchas ocasiones el recorte de las libertades en EE UU tras el 11S, hoy Europa está a las puertas de vivir situaciones silares, según los detractores de la medida.
Los ministros de Interior y Justicia de la Unión Europea han dejado libre el camino para una nueva directiva europea que fije en un a media de un año el tiempo durante el cual las operadoras de telefonía y los servidores de Intet deberán almacenar los datos de todas las comunicaciones. La UE cree que de esta manera se podrán prevenir atentados como los de Madrid y Londres, ya que consideran que los móviles y los correos electrónicos son uno de los principales medios de comunicación de los terroristas en todo el mundo.
No obstante, y a pesar que el propio ministro del Interior español José Antonio Alonso, ha señalado que no se trata de guardar el contenido de los mensajes, sino los datos de tránsito, los que suelen aparecer en las facturas, hay voces que ya han manifestado su preocupación sobre la posibilidad de que este sea el prer paso del recorte de las libertades individuales de los europeos, que aún mantienen frescos en su memoria la paranoia del Gobierno de Estados Unidos tras los sucesos del 11S.
Esta medida en sí misma no es muy distinta de lo que actualmente pueden hacer las empresas de telefonía e Intet con nuestros mensajes, si es que la policía lo requiriese. Es más, el rastreo de este tipo de comunicaciones fue una de las claves para esclarecer la autoría de los atentados de Madrid del año pasado. No obstante, el temor de los promotores de la libertad en Intet temen que este sea sólo el prer paso de una campaña para obtener datos confidenciales de los ciudadanos europeos.
Tal vez ante este debate convenga citar el acertado editorial de El País de esta mañana en que se señala en su últo párrafo que “Hay tiempo no mucho y sobran métodos para tejer una tupida red coordinada de prevención. La UE no puede permitirse verse atenazada la parálisis en el terreno crucial. Pero hay que evitar que la zozobra actual desemboque en sobreactuación. La lucha contra el terrorismo fundamentalista incluye garantizar escrupulosamente el respeto de las libertades y los derechos ciudadanos que han hecho precisamente de Europa un referente democrático planetario”.
