"Sin miedo a equivocarme, creo que Veo TV y Net TV valen hoy al menos 20 veces más que hace 15 días". Quien así de rotundo se manifiesta es un gran conocedor del mundo de la televisión, que ha participado en las negociaciones entre el Gobierno Zapatero y los cinco grupos multedia hispanos que hace diez días culminaron con el definitivo reparto de la tarta televisiva, en un golpe de mano del Ejecutivo PSOE que ha dejado al PP fuera de juego para muchos años.
Sin miedo a equivocarme, creo que Veo TV y Net TV valen hoy al menos 20 veces más que hace 15 días”. Quien así de rotundo se manifiesta es un gran conocedor del mundo de la televisión, que ha participado en las negociaciones entre el Gobierno Zapatero y los cinco grupos multedia hispanos que hace diez días culminaron con el definitivo reparto de la tarta televisiva, en un golpe de mano del Ejecutivo PSOE que ha dejado al PP fuera de juego para muchos años.
Todo un éxito de Pedrojota Ramírez, director del diario El Mundo, a quien en El Confidencial hemos dado lo suyo más de una vez, pero que esta vez se merece un rotundo ¡chapeau!: él fue quien lideró la protesta contra la alcaldada que el Gobierno ZP pretendía consagrar con el acuerdo de Consejo de Ministros del 24 de junio pasado. El editorial del día siguiente, sábado 25 de junio (“El Gobierno del PSOE ajusta las cuentas con El Mundo”) provocó una verdadera conmoción en Moncloa, que obligó a Zapatero a tomar cartas en el asunto y encargar a su secretario de Estado de Comunicación, Miguel Barroso, y a su homólogo de las Telecomunicaciones, Paco Ros, llegar a un acuerdo con todo el sector, lo que el próxo 29 de julio será ratificado en forma de nuevo Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre.
De modo que don Pedro les ha metido a sus patronos italianos de Rizzoli, propietarios de algo así como el 98% del diario El Mundo, unos cuantos cientos de millones de euros en el bolsillo, que a buen seguro se sabrá cobrar con la eficacia que le caracteriza. El mismo o parecido regalo ha hecho a los accionistas de Net TV, mayoritariamente controlada el grupo Vocento. Los vascos, grandes gestores de medios de información pero expertos en nadar y guardar la ropa, no se distinguen precisamente su coraje a la hora de enfrentarse al Gobierno de turno, de modo que su reacción contra el atropello que se preparaba, contundente en lo jurídico, resultó más bien tibia en lo que a editorializar se refiere.
El resultado es que Pedrojota le ha dado una alegría muy considerable al grupo vasco, alegría contante y sonante, que son las más agradecidas. Por eso, el experto arriba citado concluía, con cierta dosis de sorna, que “los de Vocento deberían levantar una estatua sedente de Pedrojota en medio de la plaza Federico Moyúa de Bilbao, o en el patio central de la sede de ABC en Madrid, que se lo merece”. La súbita riqueza de la antaño pobre Net TV, y la posibilidad incluso de poder emitir en analógico hasta que se produzca el apagón en abril de 2010, podría llevar a Vocento a replantearse su estrategia en Telecinco, uno de esos asuntos que más interrogantes procura a los hombres de José Bergareche.
El acuerdo alcanzado entre Moncloa y los amos de la televisión tiene un indudable alcance político. “El PP pudo haber hecho lo mismo que acaba de hacer el PSOE, es decir, haber metido a dos operadores de su cuerda, pero no supo hacerlo, no supieron moverse. Éstos, en cambio, se han metido al sector en el bolsillo en un año, y es posible que lo consigan sin contenciosos”. Una lección para el PP de José María Aznar, tan dado a dar lecciones a todo el mundo.
Encantado de haberse conocido, Jose no hizo su trabajo y dejó al PP vendido para muchos años. Claro que no está de más repasar la lista de secretarios de Estado de la Comunicación de los Gobiernos Aznar y compararlos con San Miguel arcángel Barroso: el últo, Alfredo Tersman, terminó colocado Telefónica, haciendo oídos sordos a la Ley de Incompatibilidades; Pedro Antonio Martín Marín (el mejor, en todo caso), pasó a presidir Telefónica Media, y Miguel Ángel Rodríguez (MAR) saltó directamente de Moncloa a los negocios en Carat, con la bendición de su antiguo patrón. ¡Un lince Josemari en la selección de personal!
Jesús Cacho
