Jae Castellanos ha dado un plazo irrevocable de un año a Jesús Martínez para que arregle las cuentas del periódico. Si el Presidente de Recoletos no ve ningún avance real para junio de 2006, el director del económico deberá decir adiós a la empresa y buscar nuevos rumbos. Martínez Vázquez está preocupado que, a pesar de los más de diez despidos de redactores históricos, las cuentas siguen sin cuadrar. Según fuentes del propio diario, los despidos seguirán, lo que lógicamente ha generado una situación de inseguridad laboral al estilo ‘Marca’ en la redacción de Expansión.
La llegada de Jesús Martínez Vázquez hace dos semanas a la dirección del económico causó sorpresa entre propios y extraños. No era lógico que Martínez Vázquez pasara de ser uno de los ejecutivos más poderosos de la empresa en su condición de Director General del Área Económica, a convertirse splemente el director de Expansión.
Después del terremoto del mes pasado en que todas las
Pero la llegada de Vázquez a Expansión no ha sido gratuita ni mucho menos tranquila. Desde el prer momento, Castellanos le dejó las cosas las claras y le exigió que arreglara las deficitarias cuentas del diario en un máxo de un año. Si los plazos no se cumplen, Martínez Vázquez deberá abandonar Recoletos.
Tras este verdadero ultátum, no es extraño que Martínez Vázquez comenzara una súbita reducción de personal días después de asumir. De esta manera, los despidos en Expansión ya suman una decena entre los que destacan Adolfo Zarza de finanzas, Alvaro Hernández en innovación, José Luis Fraile, que llevaba 20 años en la casa, Juan Jénez, Carolina Fernández y Rosario García Hoz de documentación, el delegado de Bilbao Emilio Cobos y José Antonio Roca actual subdirector de Ediciones Especiales de Actualidad Económica y la directora de Expansión.com Sonia Franco.
El problema es que a pesar de estos despidos las cuentas le siguen sin cuadrar a Martínez Vázquez, lo que según fuetes del propio periódico, significa que los despidos continuarán en el mediano plazo. Por supuesto, la inseguridad laboral se ha instalado en Expansión, al igual que en su día lo hizo en Marca. Nadie cree tener su puesto seguro, y lógicamente esto ha resentido el producto final.
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