Dos días después de la tragedia del helicóptero español caído en Afganistán, que causó la muerte de 17 militares, el Gobierno todavía no se pone de acuerdo en las causas de accidente. En una inexplicable falta de manejo de las Comunicaciones, Bono sigue diciendo desde Afganistán que fue un accidente causado el viento, aunque no descarta ninguna hipótesis. Las versiones de los expertos y los propios testigos contradicen totalmente la interpretación oficial, indicando que claramente fue un ataque externo, ya que entre otras cosas, los pilotos que tripulaban el Cougar eran lo suficientemente expertos como para sortear el "viento racheado" de la explicación de Bono.
Dos días después de la tragedia del helicóptero español caído en Afganistán, que causó la muerte de 17 militares, el Gobierno todavía no se pone de acuerdo en las causas de accidente. En una inexplicable falta de manejo de las Comunicaciones, Bono sigue diciendo desde Afganistán que fue un accidente causado el viento, aunque no descarta ninguna hipótesis. Las versiones de los expertos y los propios testigos contradicen totalmente la interpretación oficial, indicando que claramente fue un ataque externo, ya que entre otras cosas, los pilotos que tripulaban el Cougar eran lo suficientemente expertos como para sortear el “viento racheado” de la explicación de Bono.
Continúan los errores de Comunicación del Gobierno en la tragedia del helicóptero español en Afganistán. Mientras José Bono se sigue aferrando a la hipótesis del accidente provocado un “fuerte viento rachado”, todos los expertos e incluso testigos del accidente siguen manteniendo que el Cougar fue vícta de un ataque externo. Bono también ha señalado que sigue sin descartan ninguna hipótesis dando claras muestras de que no se entera mucho de lo que realmente ha pasado lo que ha generado que en los periódicos de esta mañana se den las interpretaciones más diversas de lo ocurrido.
El País apoya la tesis de Bono (que a su vez se sustenta en la versión dada la OTAN) y entrega más explicaciones de expertos técnicos, sobre las posibles causas del accidente. A la teoría del “viento racheado” al iniciar el descenso de la últa colina, agrega que probablemente el peso y las condiciones meteorológicas jugaron una mala pasada a los tripulantes del helicóptero siniestrado. Mientras ABC apunta todo lo contrario señalando que fuentes militares destinadas en Afganistán insisten en argumentar la hipótesis de un ataque exterior como la causa del siniestro.
Tampoco hay que olvidar los pactantes testonios de uno de los supervivientes gallegos de la tragedia entregados ayer la Voz de Galicia. En ellos, el joven explicaba claramente que fueron atacados desde el exterior. “Todos sentos un fuerte pacto, como una explosión, y nuestro helicóptero empezó a dar vueltas hasta caer al suelo. A los otros, que iban delante, les tuvieron que dar de lleno… Cuando tocamos tierra, su nave ya se encontraba ardiendo”, dijo.
Con todo, Bono que se ha centrado en la repatriación de los cadáveres para evitar cualquier semejanza con la tragedia del Yak42 accidente que cierto Bono ha criticado con dureza desde que asumiera su cartera indicó que no “descarta la hipótesis de un ataque“, una versión muy poco consistente que no ha hecho más que aumentar las especulaciones periodísticas. ¿Qué pasó en Afganistán señor Bono?
Seguiremos informando…
