Hace unas semanas el sector gallego de televisión recibió con sorpresa la adjudicación de las licencias de TDT entregadas Manuel Fraga, en su últa decisión como presidente de la Xunta. Los favorecidos fueron La Voz de Galicia y la COPE. Desde la adjudicación, que muchos califican de "intencionada" se han multiplicado las voces que se preguntan la calidad y viabilidad del proyecto de la cadena de los obispos. Y es que al igual que en Madrid, se cree que los motivos han sido más políticos que técnicos. Nadie se explica como la COPE, le ha ganado la partida a proyectos que contaban con mayor inversión, mejores condiciones técnicas y ofrecían más puestos de trabajo.
Hace unas semanas el sector gallego de televisión recibió con sorpresa la adjudicación de las licencias de TDT entregadas Manuel Fraga, en su últa decisión como presidente de la Xunta. Los favorecidos fueron La Voz de Galicia y la COPE. Desde la adjudicación, que muchos califican de “intencionada” se han multiplicado las voces que se preguntan la calidad y viabilidad del proyecto de la cadena de los obispos. Y es que al igual que en Madrid, se cree que los motivos han sido más políticos que técnicos. Nadie se explica como la COPE, le ha ganado la partida a proyectos que contaban con mayor inversión, mejores condiciones técnicas y ofrecían más puestos de trabajo.
La prera luz de alarma la dio El Correo Gallego. El periódico publicó un interesante retaje tras conocerse el reparto de licencias en el que dejaba en evidencia que Manuel Fraga desestó a favor de la COPE la tercera propuesta presentada una plataforma audiovisual gallega, liderada cinco empresas periodísticas de Galicia, el Grupo Filmax y el financiero coruñés Juan Carlos Cebrián.
El periódico (que todo sea dicho, pertenece a un grupo que también integraba esta plataforma) señaló en ese momento que “Fraga optó un grupo de comunicación madrileño frente a la recomendación de los expertos audiovisuales que consideraban la candidatura de la plataforma gallega como la más solvente y profesional”.
Los datos indicaban además que las condiciones presentadas la COPE para la licencia son sensiblemente peores que las de la plataforma gallega. La COPE se comprometía a invertir 2.349.246 euros, crear 40 puestos de trabajo (directos o indirectos) y utilizar el idioma gallego en el 52% de sus programas. La plataforma iba a invertir 3.905.000 euros (1.555.654 más), 220 empleos (180 más) y emplear nuestra lengua el 70,63% del tiempo.
Viendo estos números no nos queda más que sospechar que, al igual que en Madrid, la adjudicación se ha hecho motivos políticos y no técnicos. De hecho, expertos gallegos en televisión y miembros de la industria consultados PRNoticias han manifestado sus dudas la idoneidad y la calidad del proyecto de la COPE. Según nos han dicho, la COPE (o lo que es lo mismo Popular TV) no tiene suficientes medios técnicos y humanos para en sacar adelante una televisión digital en Galicia.
De esta manera se cree que difícilmente se cumplirán las propuestas de inversión y de empleo de la cadena de los obispos y que difícilmente podrán cumplir los plazos de puesta en marcha establecidos en la licitación. Con todo, la COPE sigue adelante con su pequeña cadena de televisiones locales, muchas de ellas con series envasadas y poca producción propia ¿Que pasará en Galicia? Estaremos atentos.
Seguiremos informando…










