El spot ha sido el sote publicitario televisivo antonomasia desde que la caja tonta se hiciera un hueco en los hogares de todo el mundo. Sin embargo, las restricciones legales y las nuevas tecnologías ponen en entredicho la durabilidad de este formato, que ahora sigue siendo el más barato en cuanto a rendiento/precio (GRP’S).
Tanto profesionales como anunciantes se quejan de que cada vez es más complicado obtener notoriedad mediante el spot televisivo, puesto que éste se pierde lo general entre los interminables bloques de doce minutos/hora programados las cadenas.
¿Quiénes son los culpables? Anunciantes y medios, a partes iguales: los preros, que consienten este tipo de prácticas abusivas y los segundos que aprovechan lagunas legales y la apatía gubernamental para estirar al máxo dichos bloques publicitarios, que de manera repetida se alargan hasta los veinte minutos.
De nada vale lamentarse si no se buscan soluciones, y a ello se han puesto las cabezas pensantes del sector. La aparición del Product Placement hace veinticinco años en Estados Unidos es una alternativa a tener en cuenta. A pesar de que en nuestro país viene funcionando desde mediados de los noventa, no existe aún una legislación sólida que establezca los límites de este tipo de prácticas, ya que la legislación local (encarnada en la Ley General de Publicidad) y las directivas comunitarias (Directiva de Televisión sin Fronteras) chocan entre sí a la hora de definir si esta práctica es lícita o no.
Otra de las acciones que amenazan con derrocar la hegemonía del spot es la producción de programas de entreteniento parte de los propios anunciante, tal y como ya se está dando en Estados Unidos (Carat ya ha creado incluso una división ad hoc), y con los que se aseguran un mayor tiempo de exposición y olvidarse de tener que pelear a pecho descubierto con otras marcas. La llegada de la Televisión Digital Terrestre multiplicará exponencialmente la actual oferta televisiva, sobre todo en cuanto a canales temáticos se refiere. Los anunciantes buscan públicos cada vez más targetizados, de ahí la tancia capital que tendrá el apagón analógico de 2008 y el ya mencionado boom de canales.
Sin embargo, y como hemos avanzado en la entradilla, el spot sigue siendo el medio más rentable, y lo seguirá siendo al menos hasta la llegada de la TDT. Después, de su capacidad de adaptación a los nuevos tiempos y de la concienciación de las cadenas generalistas dependerá que sobreviva o no.










