La tensión acumulado durante los últos días en el engranaje de RTVE las filtraciones producidas acerca de posibles despidos masivos ha logrado lo que parecía posible: que CCOO y UGT se pongan de acuerdo.
La tensión acumulado durante los últos días en el engranaje de RTVE las filtraciones producidas acerca de posibles despidos masivos ha logrado lo que parecía posible: que CCOO y UGT se pongan de acuerdo.
Precisamente, las dos secciones sindicales de RTVE más potentes se han caracterizado tradicionalmente mantener posturas divergentes entre sí, salvo en esta ocasión. La gravedad del asunto les ha llevado a realizar una nota conjunta remitida a los medios el lunes pasado en el que dejaban ver su intransigencia ante la postura del Gobierno en la que condiciona el pago de la atación pública y de la carga financiera de la deuda acumulada a un plan de reducción del modelo de RTVE.
En el mencionado comunicado, se niegan a que los trabajadores del Ente sean los que sufran las consecuencias de la mala gestión de los gobiernos socialistas y populares.
Así mismo, declaran que el único fruto que se puede conseguir de las maniobras realizadas hasta la fecha es que se vuelva al tradicional dirigismo gubernamental de la Coración, a pesar de los esfuerzos mantener a ésta independiente del poder político dominante.
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