Ayer, las agencias facilitaban la noticia de la comparecencia de Leopoldo Fernández Pujals, presidente de Jazztel para anunciar que la operadora de telecomunicaciones presentará cuatro o cinco demandas contra Telefónica en las que quiere conseguir que la prera Operadora se enfrente a una multa millonaria obstaculizar la competencia. Lo que se le olvidó a Pujals fue contar la verdad de lo que está ocurriendo con una compañía que promete y no cumple. En este caso el secreto no está ni en la masa ni en el cable, está en el incumpliento de objetivos y en la pérdida de confianza de inversores, analistas, mercado y usuarios. Ya nadie cree en Pujals.
Desde que se liberalizase el mercado, los distintos gobiernos han estado obsesionados con poner a prueba la resistencia de la prera empresa española, Telefónica. El gigante internacional de las comunicaciones, vive un momento de gloria y sabe que hoy hoy es el único capaz de satisfacer la oferta que promete. Es hoy, cuando después de realizar una lectura sosegada de las declaraciones del hasta ahora presidente de Jazztel, Leopoldo Fernández Pujals podemos asegurar que Jazztel busca excusas para ganar tiempo y de paso financiarse con el dinero de Telefónica. Tanto en el campo de la telefonía fija como en la móvil, Telefónica es quien realiza las inversiones, y además, tiene sotar las sanciones puestas
A día de hoy, y según fuentes consultadas PRNoticias, el número de bucles que ya tiene accesibles Jazztel esta cercano a los nueve millones, pero de ellos, realmente no ha vendido más del 12%, lo cual da una idea del fiasco. Parece claro que Jazztel no tiene un problema de litaciones parte de Telefónica, sino un problema de respuesta del mercado. Los usuarios ya no se acercan a Jazztel y Pujals, y éste tiene muy difícil defender su plan de negocio. Todo apunta a una huída hacia delante.
La situación es clara: un revendedor de minutos, no puede poner en solfa a la prera empresa española, que es a su vez la prera compañía integrada de telecomunicaciones del mundo.
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