El concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), se basa en dos premisas fundamentales. En prer lugar, la voluntariedad, es decir, supone ir más allá del cumpliento de la legislación institucionalizando un compromiso ético parte de
Hace pocos días se ha presentado la SGE 21: 2005 que ha tomado en cuenta la evolución del concepto de RSE y los consensos de aspectos sociales, laborales y medioambientales de vanguardia para ajustarse a las necesidades de las organizaciones que deben dar respuesta a su compromiso con la RSE.
SGE 21: 2005
La SGE 21:2005 divide la organización en 9 áreas de gestión y en cada una de ellas se determinan los valores auditables así como los indicadores para concretar la evidencia de su plantación. Estas nueve áreas son las siguientes:
Alta dirección
Clientes
Proveedores y Subcontratistas
Recursos Humanos
Entorno social
Entorno ambiental
Inversores
Competencia
Administraciones competentes
La norma contempla al menos tres elementos básicos en el sistema de gestión. En prer lugar, una política de gestión ética y RSE, a través de la cual la dirección haga público su compromiso con los valores de la organización y que sea conocida todos los empleados. En segundo lugar, un código de conducta que concrete estos valores en pautas de actuación aplicables a toda
En la nueva versión se han incluido apartados como el de reestructuración responsable o la exigencia de herramientas de identificación y diálogo con los stakeholders, se han desarrollado otros puntos como los aspectos de conciliación vida laboral y personal, igualdad de otunidades, gobierno de empresa o políticas responsables en la cadena de proveedores
Además, permite una vinculación más intuitiva con otras herramientas y marcos de referencia internacionales, tanto los diez principios del Pacto Mundial como la filosofía del Libro Verde de
Flexibilidad y adaptación
La SGE 21:2005 ha sido desarrollada de forma que permitiese adaptarse a las necesidades de cada empresa. Particularmente destacan las siguientes características:
Flexibilidad. Puede adaptarse a todo tipo de empresa, en cualquier sector de actividad.
Escalabilidad. La norma puede ser plantada en toda la organización o bien pueden definirse niveles de plantación ( áreas de gestión, centros de trabajo o cualquier otro parámetro que permita auditar etapas la empresa).
Compatibilidad. Al participar del enfoque de los sistemas de gestión de calidad la norma es compatible con otras normas, como la ISO 9000/2000 o las normas reconocidas internacionalmente de gestión ambiental y prevención de riesgos.
Información. El proceso de certificación conlleva que se genere un gran volumen de información y que se gestione de forma sistemática, lo que facilita su posterior utilización para otras tareas de comunicación, como puede ser la elaboración de memorias.
En particular, la SGE 21: 2005 trata además de atender a las necesidades de la PYME, consciente de que una pequeña empresa no tiene las necesidades de planificación y formalización que plica la gestión de una gran compañía. Cada empresa adapta a su tamaño sus propias necesidades financieras, publicitarias, de control de calidad o de seguridad laboral y eso es lo que permite la SGE 21.
Prueba de dicha capacidad de adaptación es el perfil tan heterogéneo que presentan las 25 empresas que ya se han certificado en España según el sistema de gestión SGE 21.
De cara al futuro
En los próxos años la demanda de transparencia parte de inversores y consumidores hacia las empresas aumentará exigiendo a las empresas una comunicación más fluida de sus compromisos sociales y ambientales. Cualquier esfuerzo realizado las empresas hoy, las dejará en una mejor posición en un futuro. Probablemente las empresas que no incoren herramientas de demostración rigurosas tendrán dificultades en el entorno competitivo de los próxos años.










