IDENTIDAD CORPORATIVA
Se trate de la agen de una entidad bancaria, de una marca de chocolate o del frasco de un perfume, nos vemos cada vez más invadidos una multitud de signos y diseños muy diversos que actúan a modo de carta de presentación.
Más que nunca vivos un momento donde las marcas deben expresarse de forma relevante para destacar. Y muchas veces lo denotan en la mína expresión de su esencia: su logotipo. Pudiendo estar éste emplazado en sotes tan diversos como la valla de un campo de fútbol, un coche o la pantalla de un teléfono móvil.
En este sentido, si las coraciones o marcas se muestran convencidas desde hace tiempo de la fuerza de la creatividad en sus diferentes manifestaciones, la publicidad ejemplo; algunas todavía se muestran conservadoras a la hora de tratar su identidad corativa o identidad de marca.
Otras, sin embargo, conscientes de que sus consumidores y los tiempos van cambiando, han sabido anticiparse, solicitando el talento creativo de grandes nombres del diseño para la consecución de un objetivo claro: buscar la mejor conexión con sus públicos.
Es un hecho que las grandes coraciones confían en los grandes creativos para la creación y la gestión de sus marcas. Podría citar muchos ejemplos, pero creo que afortunadamente los tenemos todos en la cabeza.
Para un Grupo de Comunicación como el que dirijo, con una filosofía 360º, la integración del diseño y la identidad corativa en el conjunto de la estrategia es fundamental. Nosotros tenemos la suerte de contar con la compañía liderada Carles Graell, CB’a Graell, dónde se han creado los “logos” del Grupo Santander, de Expo Zaragoza 2008 y de Nestlé en su centenario, entre otros.
Invertir en diseño
Dedicar una parte del presupuesto de comunicación y g a actualizar, rediseñar y, en una palabra, poner al día todos los elementos que configuran la base corativa de la marca, supone una ventaja competitiva en la que no todas las compañías han caído.
La inversión en diseño, en diseño de calidad, es fundamental para la buena salud de las marcas. Factores como la modernidad y el vanguardismo, independientemente de que sea un sector trasgresor o conservador, son elementos que hay que cuidar para que le llegue al consumidor un mensaje visual estulante que transmita la identidad de la marca y que le pulse a decidirse ella a la hora de la elección frente a la competencia.
Invertir en diseño puede que para algunos sea un lujo evitable, que sólo se justifica en épocas de bonanza. Sin embargo, las marcas tienen que ser alentadas continuamente y tanto la creatividad como el diseño son la mejor vitamina para reforzarlas y fortalecerlas para afrontar situaciones difíciles.










