Los quioscos se están convirtiendo poco a poco en grandes supermercados. Los periódicos y revistas obsequian cada día con más regalos, una estrategia que intenta de manera desesperada captar al público lector. Accesorios, ropa, productos de belleza, películas, libros y un largo etc. Pero para todos aquellos que creían haberlo visto todo, después de los famosos croissant de
La revista en cuestión (francesa tenía que ser) se llama Jalouse, y no sólo ha conseguido agotar el número de diciembre en tan sólo un fin de semana, sino que además ha logrado estar en boca de todos (perdón la broma fácil). ¡Una estrategia de g pecable!
Ante las críticas recibidas, los responsables de la revista se defienden afirmado que “sólo 50 mil ejemplares, es decir, la mitad de la difusión, llevan el juguete, a fin de que las lectoras elijan si quieren o no adquirirlo”. Bueno hombre, mucho mejor, así tienes que pasar el aprieto de pedirle explícitamente al quiosquero el ejemplar de la revista que viene con “sorpresita”. Seguro que al dártelo hasta te guiña un ojo…
Pero la astuta maniobra de escandalizar no es nueva en Jalouse y gracias a ella ha conseguido en tan sólo dos años hacerse con el liderazgo de las publicaciones femeninas. Por poner un ejemplo, uno de los números de la revista llevaba en tada la foto de un modelo tapado con un circulito a modo de hoja de parra, que las lectoras podían rascar para ver al atractivo sujeto como Dios lo trajo al mundo…
En asuntos de g no hay nada escrito…
