Los atascos generalizados en toda la ciudad como consecuencia de las obras suponen pérdidas de hasta 36 millones de euros al año a los taxistas. Por eso, los representantes del gremio han exigido a Gallardón ser considerados como transte público para beneficiarse de las mismas condiciones que este.
Los taxistas de la capital ya están hartos de las obras que llenan la capital. Por este motivo, a preros de año solicitaron al alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, que declarara Madrid zona catastrófica. Como ha declarado Julio Sanz, de
Antes, cuando se tenía prisa llegar a algún sitio, la forma más fácil y más rápida de viajar el centro de la ciudad era en el taxi, que ofrecía la velocidad del coche privado sin la pérdida de tiempo que supone buscar aparcamiento. Desde que el Ayuntamiento ha decidido levantar la urbe, este medio de transte ha pasado a ser uno de los más lentos y caros culpa de los embotellamientos, lo que los usuarios buscan otras alternativas.
Los taxistas, acompañados la tavoz municipal socialista, Trinidad Jénez y los concejales Oscar Iglesias y Manuel GarcíaHierro, han querido denunciar hoy, en el aeropuerto de Barajas, la pérdida de hasta 14 millones de pasajeros al año, que se traduce en 36 millones de euros menos en los ingresos del gremio.
Este acto de protesta se enmarca dentro de la campaña “semana de la inmovilidad” puesta en marcha los socialistas de Madrid. Los asistentes, acompañados un grupo de periodistas, comprobaron en ca propia lo que se estaba diciendo. En taxi, recorrieron la distancia que separa Barajas de










