La persecución al tabaco llega desde esta misma semana a la publicidad. Se pone en marcha la prohibición de cualquier clase de promoción, publicidad o patrocinio de este producto en medios de comunicación, mamparas de autobuses, vallas y carteles, e incluso en las propias máquinas expendedoras.
Tan sólo estará presente en las publicaciones del sector tabaquero o en aquellas editadas en países extra comunitarios y que no estén dirigidas a los menores. En cuanto a eventos detivos del motor, los coches de la fórmula uno, ejemplo, cuentan con tres años para quitar el patrocinio de sus escuderías.
Se acabaron los “puritos” en las tertulias taurinas, revistas y carteles de ferias, así como los sugerentes anuncios de determinadas marcas de cigarrillos que llenan las vallas de las carreteras. La guerra contra el tabaquismo empieza su propaganda y esta tiene los días contados. A pesar de que la prohibición entrará en vigor el 1 de enero, fuentes del Ministerio de Sanidad no descartan que se empiece a aplicar esta misma semana.
Por su parte, los fabricantes de tabaco le restan tancia a la prohibición de hacer publicidad convencional, ya que aseguran que hay otros métodos para llegar al consumidor. A su juicio, los mayores perjudicados esta medida será la publicidad exterior, la radio y la prensa los principales perjudicados ya que son muchos los ingresos que perciben con este producto.
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