Los jóvenes españoles de entre 16 y 19 años tienen menos y peores empleos que los europeos de su misma edad, como consecuencia de la fuerte separación entre formación y participación laboral, según un informe del Consejo Económico y Social (CES). Según se recoge en ‘El papel de la juventud en el sistema productivo español‘, quienes trabajan o buscan empleo no permanecen en el sistema educativo y viceversa.
Los jóvenes españoles de entre 16 y 19 años tienen menos y peores empleos que los europeos de su misma edad, como consecuencia de la fuerte separación entre formación y participación laboral, según un informe del Consejo Económico y Social (CES). Según se recoge en ‘El papel de la juventud en el sistema productivo español’, quienes trabajan o buscan empleo no permanecen en el sistema educativo y viceversa.
Los datos del año 2004 no dejan lugar a dudas: el 31,1 ciento de los jóvenes españoles abandonan sus estudios antes de culminar
En los últos diez años, aunque el nivel formativo medio de los jóvenes españoles ha ido aumentando, se ha mantenido el elevado peso en el empleo de los jóvenes de las ocupaciones asociadas a bajos requerientos de cualificación, “claramente mayor que en el total de la población que trabaja y que entre los jóvenes europeos”, según el CES.
Asismo, “desde el año 2000 algunos indicadores a este respecto muestran una evolución preocupante y ha aumentado la brecha con respecto al promedio europeo”.
Es ello que, entre los jóvenes entre 16 y 19 años que trabajan, el nivel educativo medio es más bajo y es mayor aún el peso de las ocupaciones sin cualificación.
Incompatibilidades
Según el CES, la razón de esa separación entre trabajo y formación, mucho mayor en España que en Europa, puede estribar en la existencia de dificultades para compatibilizar el empleo con la formación de los jóvenes.
El informe recomienda aumentar el nivel educativo medio de los jóvenes y reducir los niveles de fracaso escolar. Sigue siendo un desafío que aprendan nuevas competencias básicas junto a las lingüísticas y numéricas, como las relacionadas con las tecnologías de la información, los idiomas extranjeros y el desarrollo de la iniciativa emprendedora.
Por el lado de las políticas de empleo, es necesario promover actuaciones que favorezcan el acceso de los jóvenes al empleo.
España presenta un tante grado de incumpliento en cuanto a las medidas preventivas para reducir el desempleo juvenil mediante el ofreciento, parte del servicio público de empleo, de un plan individual de orientación o formación a todos los jóvenes desempleados durante los seis preros meses de paro.










