El diario de Recoletos celebra sus preros 20 años de vida, un periodo plagado de éxitos y semillero de parte de los profesionales más destacados del periodismo económico nacional. No obstante el cumpliento de estas dos décadas no llega en el mejor momento para la cabecera tras la reciente desbandada de redactores, la ola de despidos del verano y una errática conducción de Jesús Martínez Vázquez. Expansión no pasa su mejor momento y al parecer Recoletos no hace muchos esfuerzos para reflotar la cabecera.
Durante estos últos veinte años Expansión ha publicado 5.914 tadas, más de 350.000 páginas, un millón de noticias, exclusivas y un gran número de profesionales. Veinte años en que el diario de Recoletos ha servido de cantera de gran parte de los mejores periodistas económicos del país y un periodo que ha coincidido con el mayor desarrollo económico del país.
Sin embargo, todos estos antecedentes y las grandes celebraciones que ha anunciado la propia cabecera para celebrar su nuevo aniversario, no logran esconder el delicado momento el que atraviesa el periódico de Recoletos. A pesar que Expansión mantiene sus ventas con relativa normalidad, el cla que se respira en la redacción es muy complicado.
Tras la vuelta de Jesús Martínez Vásquez a la cabecera, y la casi inmediata ola de despidos de cerca de diez redactores, las relaciones entre la dirección y la redacción se ha visto seriamente perjudicada. Los periodistas del diario no entienden como la empresa pretende seguir reduciendo costes a expensas de reducir las prestaciones de sus trabajadores. Y es que no solamente se ha recurrido al recorte de plantilla, sino que además, se han restringido herramientas tan básicas para el trabajo periodístico, como el uso del teléfono, el correo electrónico y la presión de papel.
Es ello que no extrañó a nadie que hace dos meses se produjera una verdadera desbandada de redactores con experiencia hacia nuevos proyectos como El Economista de Alfonso de Salas. Tras la salida de al menos cinco de los redactores más tantes del diario, Jesús Martínez anunció una reestructuración, que no hizo más que confirmar en sus puestos a los redactores que no abandonaron el barco.
Esto, sin contar con el fantasma del despido que sobrevuela la redacción, generada la creciente inestabilidad en las condiciones laborales. A esto le sumamos el problema estratégico de la salida de un nuevo diario económico, que podría recortar sus ventas (en baja, aunque de manera moderada) y la evidente pérdida de anunciantes, si es que las cosas no funcionan. Un panorama nada alentador se avecina para uno de los buques insignia de Recoletos, que visto lo visto, ha perdido la protección del Consejo de la compañía.
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